miércoles, 16 de abril de 2014

¿ EXISTIÓ JESÚS ?


A veces se dice que las escrituras judías hostiles al cristianismo demuestran que los judíos antiguos conocían a Jesús y que tales escrituras demuestran la historicidad del Jesús hombre. Pero de hecho, las escrituras judías no demuestran tal cosa, como ya indicó el libro de L. Gordon Ryland Did Jesus Ever Live? [¿Vivió alguna vez Jesús?] hace casi setenta años:
…Todo el conocimiento que los rabinos tenían de Jesús lo obtuvieron de los Evangelios.
Viendo que los judíos, hasta en la edad presente, más crítica, toman por seguro que la figura de un hombre real está detrás de la narración del Evangelio, uno no necesita sorprenderse de si, en el siglo II, los judíos no pensaran en cuestionar aquella asunción. Es cierto, sin embargo, que algunos la cuestionaron. Justino, en su Diálogo con Trifón, representa al judío Trifón diciendo «os fabricáis un Cristo a vosotros mismos». «Si es que ha nacido y está en alguna parte, es desconocido [y ni él se conoce a sí mismo ni tiene poder alguno]».
Que los escritores del Talmud [siglos IV y V d. C., FRZ] no tuvieron ningún conocimiento independiente de Jesús está demostrado por el hecho de que lo confundieron con dos hombres diferentes, ninguno de los cuales pudo haber sido él. Claramente no conocieron a ningún otro Jesús con quien pudieran identificar al Jesús del Evangelio. De uno de estos, Jesús ben Pandira, un reputado hacedor de maravillas, se dice que fue apedreado a muerte y luego colgado de un árbol en vísperas de una Pascua de los judíos en el reinado de Alejandro Janneo (106-179 a. C.) en Jerusalén. El otro, Jesús ben Stada, cuya fecha es incierta, pero que podría haber vivido en el primer tercio del siglo II d. C., también se dice que fue apedreado y ahorcado en vísperas de una Pascua de los judíos, pero en Lydda. Puede haber alguna confusión aquí; pero es evidente que los rabinos no tenían ningún conocimiento de Jesús aparte de lo que habían leído en los Evangelios.
Aunque los apologistas cristianos han elaborado una lista con los historiadores antiguos que según se dice fueron testigos de la existencia de Jesús, los únicos dos que se citan coherentemente son Josefo, un fariseo, y Tácito, un pagano.
«Jesucristo» nunca existió como figura histórica.
Es un hecho curioso que los componentes más antiguos del llamado Nuevo Testamento, las cartas que se cree que fueron escritas por un tal Saulo/Pablo, no hacen casi referencia a ningún dato biográfico de Jesús. Ni Belén ni Nazaret se mencionan en estos documentos de la religión cristiana. Sólo en el último libro de los Hechos de los apóstoles se afirma que Saulo (Pablo) tuvo una entrevista «con Jesús de Nazaret». Curiosamente, el documento más tardío es el más detallado en cuanto a la historia de Jesús.
No hay ninguna evidencia convincente que nos haga suponer que cualquiera de los evangelios supervivientes haya sido escrito por testigos oculares. De hecho, el estudio de los evangelios muestra de forma bastante concluyente que no lo fueron. Por ejemplo, los autores de los Evangelios de Mateo y Lucas incorporan casi todo el texto griego del Evangelio de Marcos, agregando dichos tomados incluso de otro documento (el llamado «Documento Q»), y generalmente hacen los milagros relatados por Marcos aún más milagrosos. Si «Mateo» y «Lucas» hubiesen sido testigos oculares, habrían escrito sus propios relatos, sin el recurso del plagio.
El Evangelio de Marcos, el más antiguo de la serie oficial de cuatro, contiene errores geográficos y consuetudinarios que no habrían sido cometidos por un testigo ocular. El Evangelio de Juan, el último de la serie, es muy tardío y demasiado etéreo para ser tomado como un relato biográfico, fuera testigo ocular o no. No hay nada en los Evangelios que nos haga tomarlos en serio desde un punto de vista biográfico: no hay una buena razón para tomarlos como otra cosa que no sea antiguos ejemplos del arte de la ficción.
Si la historicidad de Jesús no puede apoyarse en los escritos del Nuevo Testamento, ¿qué esperar de los recursos extrabíblicos? ¿Algún historiador griego, romano o judío observó su carrera y escribió sobre ello? Ni uno.
Aunque Josefo, Tácito, Suetonio y otros autores antiguos son a menudo citados como evidencias de un Jesús histórico, es evidente que sus relatos (aún si se pudieran probar como auténticos) se derivan de fuentes preexistentes, no originales. Josefo, el más antiguo de estos historiadores, nació por lo menos ¡cinco años después de la presunta fecha de la crucifixión! No hay testigos oculares. Además, los antiguos relatos no-cristianos de Jesús fueron escritos por la misma época, cuando el cristianismo ya era un delirio próspero, por lo que podemos tomar a nuestros autores paganos sólo como testigos del estado al que las tradiciones cristianas habían evolucionado en sus respectivas épocas, no como los testigos de un Jesús de Nazaret histórico.
No hay ninguna evidencia creíble que indique que Jesús vivió alguna vez. Este hecho es, desde luego, insuficiente para demostrar que no vivió. Aún así, aunque sea lógicamente imposible demostrar una negativa universal, es posible señalar que no hay ninguna necesidad de contemplar la hipótesis de ningún Jesús histórico. La biografía de Cristo puede relatarse a partir de razones puramente literarias, astrológicas y mitológicas.
El principio lógico conocido como la navaja de Occam nos dice que las
asunciones básicas no deberían multiplicarse más allá de lo necesario. Con fines prácticos, mostrar que un Jesús histórico es una suposición innecesaria es tan bueno como probar que nunca existió.
-Nisu-

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