lunes, 28 de abril de 2014

NO TAN SANTO.


¿Qué santo soy?

Encubrí a Marcial Maciel, Gerald Fitzgerald, Roger Vangheluwe, Micheal Ledwith, Georg Müller y miles más de violadores de niños.




Con mi campaña contra el condón en África fui uno de los culpables de decenas de millones de muertes y la infección del 5% de la población.






Fui el gran apoyo de Teresa de Calcuta, la amiga de dictadores que reunía dinero para hospitales y escuelas que nunca construyó.


Emprendí la revolución conservadora, acallando la teología de la liberación y suprimiendo el libre disenso en mi religión.






Fui aliado y amigo de los más feroces y sanguinarios dictadores durante mi reinado como emperador.

Hice tanto mal como algunos de los peores genocidas de la historia, dañé a más niños que Herodes en el mito de la masacre de los inocentes, luché contra los derechos de las mujeres, los homosexuales y los ateos.

Por eso hoy me han hecho santo.



Mauricio-José Schwarz.

domingo, 27 de abril de 2014

NO MATRICULES A TU HIJ@ EN RELIGIÓN.


1. Provoca la segregación del alumnado en función de la ideología de sus padres o madres.

2. Los programas de esta asignatura son elaborados por las autoridades religiosas. Algunos de sus contenidos y valores van en contra de los derechos de las mujeres y la libertad sexual.

3. Resta horas a otras asignaturas.

4. Pagamos con el dinero de toda la ciudadanía el adoctrinamiento de algunos.

5. Los profesores y profesoras de religión son seleccionados en base a su fe, directamente por el obispado y pagados con dinero público.

6. Algunos contenidos y valores religiosos se enfrentan abiertamente a la razón y a la ciencia.

7. La educación en igualdad de niños y niñas no es compatible con valores religiosos que proclaman la subordinación de las mujeres como elemento esencial en la configuración de la sociedad.

8. La educación en la diversidad no es compatible con un sistema que prioriza a una religión y la introduce en sus contenidos escolares.

9. Los valores religiosos pueden ir en contra del pensamiento crítico o la autonomía personal.

10. Las distintas religiones deben usar sus recintos propios para el adoctrinamiento, y no la escuela, que debe educar en valores universales y posibilitar el acceso a los conocimientos científicos.

LAIKOTASUNA.
- Colectivo por la Laicidad. -

GERNIKA Y LA IGLESIA.


En el marco del 75 aniversario del bombardeo de Gernika, «que pretendía destruir el símbolo de la identidad de Euskal Herria», el autor analiza con numerosas citas y extractos de textos históricos las «posiciones contrarias» que suscitó en la Iglesia vasca. Los dos sectores del clero vasco acudieron al Papa para restablecer «la verdad sobre los inhumanos bombardeos», en un caso, o «la victoria completa sobre los enemigos de nuestra Religión y de nuestra Patria», según los curas y obispos fieles a la jerarquía española que bendijo «la cruzada y la guerra santa» de Franco. Placer concluye, desde el símbolo de libertad, dignidad e identidad de Euskal Herria que representa Gernika, apelando a la Iglesia para que asuma sus específicas responsabilidades y reconozca el dolor causado.
30/05/2012


El atroz bombardeo de la villa de Gernika, ejecutado por la Legión Cóndor alemana y la Aviación Legionaria italiana el 26 de abril de 1937, precedido por el de Durango el 31 de marzo, fue uno de los episodios más trágicos de aquella injusta sublevación militar franquista contra el régimen republicano legítimamente establecido con la que se pretendía destruir el símbolo de la identidad de Euskal Herria y aniquilar toda resistencia vasca. Su 75 aniversario reaviva la memoria de aquella criminal acción de guerra contra un pueblo indefenso y de las reacciones que siguieron a su destrucción, atribuida por Franco a los «rojos-separatistas». Entre ellas es importante recordar las posiciones contrarias que suscitó en la Iglesia vasca.

El 11 de junio de aquel año, un sector del «clero vasco representado por el Delegado Episcopal y los Párrocos de Bilbao y de los pueblos bombardeados por los facciosos», hacía público un escrito en el diario «Euzkadi» «restableciendo la verdad sobre los inhumanos bombardeos de Durango y Guernika». Firmado por varios sacerdotes, entre otros por el Delegado Episcopal, Ramón Galbarriatu, y por testigos oculares, estaba dirigido al papa Pio XI. Relataba la atrocidad de aquellos hechos y negaba su autoría atribuida al Gobierno vasco y sus soldados. Este escrito fue llevado a Roma por dos de los sacerdotes firmantes, Pedro Menchaca y Agustín Isusi. Allí se encontraba, ya desterrado, Mateo Múgica, obispo de Vitoria, quien les recomendó al cardenal Pacelli (futuro Pio XII) para que les recibiera y escuchara.

En contra de aquella denuncia de sacerdotes vascos, el Cabildo Catedral de Vitoria, con «unanimidad», no tardó en enviar una carta al «Cardenal Primado las Españas» denunciando la presunta representatividad de los firmantes del escrito. Achacándoles no protestar contra el «contubernio rojo separatista», causa de «horribles asesinatos y sacrílegas profanaciones», rechazaban la atribución de aquellos bombardeos «al Ejército salvador de nuestra Patria... 
Aquel ataque sólo debe ser imputable a quienes los dedicaron para usos profanos y guerreros».

El Cardenal acogió gustoso aquella carta y la trasmitió al Papa, como única verdad de lo ocurrido y de sus responsabilidades, «expresada con la serenidad y autoridad de la primera entidad eclesiástica de la Diócesis, como es el Cabildo Catedral». En realidad, la primera autoridad era entonces el Vicario General, Antonio Pérez Ormazábal quien, por su parte, pedía oraciones para que «el Señor se digne conceder a nuestro glorioso Ejército la victoria completa y definitiva sobre los enemigos de nuestra Religión y de nuestra Patria» ... contra «esa bestia (el comunismo) que allí donde ha logrado posar su maldita planta no ha dejado mas que destrucción, ruinas y exterminio». El mismo Vicario reconocía, sin embargo, con motivo del mes de junio dedicado al Sagrado Corazón, aquella «lucha sangrienta entre hermanos...deje tras de sí un cúmulo enorme de odios».

Por supuesto, en los boletines oficiales diocesanos de aquellos meses no apareció la más mínima mención a Durango y Gernika. Y a los dos días de la destrucción de esta última villa, se celebraba con especial solemnidad la fiesta de San Prudencio, «ángel de la Paz» y se ponía la primera piedra de la supuesta casa del santo.

Por su parte, la jerarquía española bendecía la «cruzada» y «guerra santa» de Franco. En su Carta Colectiva del Episcopado Español (1.7.1937), firmada por la casi unanimidad del episcopado, salvo Mateo Múgica, el cardenal de Tarragona, Vidal i Barraquer, y Javier Irastorza, obispo de Orihuela, la calificaba como «movimiento cívico-militar... de sentido patriótico... para levantar a España y evitar su ruina definitiva... y como la garantía de la continuidad de su fe y de la práctica de su religión».

El obispo de Vitoria, exiliado en Roma, ya había denunciado «la destrucción por los nacionales de las villas de Durango, Guernika, Munguia, Galdacano, por espantosos bombardeos destructores e incediarios» y «los planes de exterminio que el ejército nacional preparó desde su levantamiento contra todo los que fuese o le pareciese que era nacionalismo vasco y hasta su idioma o lenguaje». Sin embargo, ante un pueblo masacrado y reprimido tras la victoria franquista, su sucesor inmediato, Francisco Javier Lauzurica (1937-1943), nombrado Administrador Apostólico de la diócesis de Vitoria, «obispo de Franco», se expresó de la siguiente manera en su primera pastoral: «Así mismo deseamos vuestra total incorporación al movimiento nacional, por ser defensor de los derechos de Dios, de la Iglesia Católica y de la Patria, que no es otra cosa que nuestra madre España» (septiembre, 1937). Y no dudaba en afirmar: «Soy un general más a las órdenes del Generalísimo para aplastar al nacionalismo».

Durango, Gernika, fusilamientos, encarcelamientos, destierros, persecuciones quedaban impunes y legitimados por un sector de la Iglesia, colaboradora y promotora de un beligerante «nacionalcatolicismo». Mientras tanto, sacerdotes y laicos que, junto a tantas mujeres y hombres, lucharon, fueron encarcelados o murieron por defender a Euskal Herria, fieles al simbólico árbol de aquella villa masacrada por el odio y la venganza, quedaban sometidos a un doloroso silencio y represión.

Precisamente en estos días, memoria de aquellos acontecimientos tan crueles y dolorosos, se conmemora también el 150 aniversario de la creación de la Diócesis de Vitoria (28/4/1862). Su celebración está enmarcada en actos religiosos solemnes que, en palabras de su actual obispo, agradecerán «los abundantes bienes derramados en siglo y medio en nuestro Pueblo» e «invocarán la protección de Santa María... para alentar un futuro de convivencia en paz y solidaridad». Pero esta Diócesis vasca, que entonces abarcaba Bilbao y Donostia, y más allá de sus límites diocesanos actuales, enmarcados por decisiones políticas en provincias eclesiásticas diferentes (Burgos e Iruñea), debe ser hoy memoria y exigencia de reparación y perdón de aquellos silencios eclesiásticos culpables ante los crímenes contra Euskal Herria; y también, de reconocimiento de todas aquellas personas que durante la represión del franquismo lucharon por la libertad de su pueblo y fueron represaliadas por la misma institución diocesana.

Desde el símbolo de libertad, dignidad e identidad de Euskal Herria que representa Gernika, en estos decisivos y cruciales momentos y desde la verdad íntegra de las causas y consecuencias del conflicto político, la Iglesia vasca sigue teniendo una específica responsabilidad, en fidelidad al evangelio, para reconocer el dolor causado, avanzar en la reconciliación, ayudar a sanar las heridas personales y sociales, contribuir a lograr la paz desde la justicia como también lo proponen y piden los documentos de Aiete y de Gernika.

FÉLIX PLACER UGARTE
TEÓLOGO

miércoles, 23 de abril de 2014

PEDERASTIA EN LA IGLESIA CATÓLICA.


En este libro, los abusos sexuales a menores, cometidos por el clero o por cualquier otro, son tratados como "delitos", no como "pecados", ya que en todos los ordenamientos jurídicos democráticos del mundo se tipifican como un delito penal las conductas sexuales con menores a las que nos vamos a referir. 
Y comete también un delito todo aquel que, de forma consciente y activa, encubre u ordena encubrir esos comportamientos deplorables. 

Usar como objeto sexual a un menor, ya sea mediante la violencia, el engaño, la astucia o la seducción, supone, ante todo y por encima de cualquier otra opinión, un delito. Y si bien es cierto que, además, el hecho puede verse como un "pecado" -según el término católico-, jamás puede ser lícito, ni honesto, ni admisible abordarlo sólo como un "pecado" al tiempo que se ignora conscientemente su naturaleza básica de delito, tal como hace la Iglesia católica, tanto desde el ordenamiento jurídico interno que le es propio, como desde la praxis cotidiana de sus prelados.


La existencia de una cifra enorme de abusos sexuales sobre menores dentro de la Iglesia católica es ya un hecho innegable, que no es puntual, ni esporádico, ni aislado, ni está bajo control, antes al contrario. 
Tampoco es, ni mucho menos, producto de una campaña emprendida contra la Iglesia por oscuros intereses. Los mayores enemigos de la Iglesia, mejor dicho, del mensaje evangélico que dicen representar, no deben buscarse en el exterior, basta y sobra con los muchos que existen entre su clero más granado. 

La pérdida de creyentes y de credibilidad tan enorme que está afectando a la Iglesia católica, desde hace algo más de un siglo, no obedece tanto a la secularización de la sociedad como a los gravísimos errores de una institución que ha perdido pie en el mundo real.


El cardenal James Stafford, miembro de la curia vaticana, cuando en abril de 2002 acudió a Roma para debatir el escándalo de la pedofilia en Estados Unidos junto al Papa y al resto de cardenales norteamericanos, fue claro al afirmar que "la Iglesia pagará muy caros estos errores -según publicó La Reppublica- (...) Ha sido una tragedia, pero tenemos la obligación de reaccionar y de ayudar por todos los medios a las víctimas".


Sin embargo, la reacción que llevó a la Iglesia católica norteamericana a plantearse en serio un problema que ella misma ya se había diagnosticado como grave más de una década antes, no fue el interés por ayudar a las víctimas, sino el interés por evitar una bancarrota económica que ya era evidente en buena parte de las diócesis del país y que, de rebote, afectaba a las siempre necesitadas arcas vaticanas, que veían peligrar las aportaciones de su principal contribuyente. 

La alarma, en el Vaticano, se disparó por el dinero pagado en indemnizaciones a las víctimas de los delitos sexuales del clero, pero durante décadas nadie se inmutó ante el grave daño que sabían se le estaba causado a cientos de menores de edad.


(Fuente: © Rodríguez, P. (2002). Pederastia en la Iglesia católica. Barcelona: © Ediciones B.

martes, 22 de abril de 2014

LA CONTRADICCIÓN EN LA EXISTENCIA DE DIOS.


Una existencia real y sensual es aquella que no depende de la determinación de sí mismo, de mi actividad, sino por la cual soy determinado sin quererlo, que existe aún cuando yo no exista, no pienso en ella, no la siento. Luego, la existencia de Dios debería ser una existencia sensitivamente determinada.

Pero a Dios no se le ve, no se le oye, se le siente. No existe para mí si yo no existo para él; si yo no creo o pienso en Dios, entonces Dios para mí no existe. Luego sólo existe en cuanto es pensado o creído -no es necesario agregar: para mí.

Luego su existencia es una existencia real y a la vez irreal. Para expresarla en forma más agradable se dice: una existencia espiritual. Pero la existencia espiritual es precisamente sólo una existencia pensada o creída. Luego, su existencia es una cosa intermedia llena de contradicciones. 

Con otras palabras: o es una existencia sensitiva, a la cual, sin embargo, faltan todas las determinaciones de la sensibilidad- luego es una existencia asensitiva y sensitiva a la vez, una existencia que contradice al concepto de la sensibilidad, o es solamente una existencia vaga, que en el fondo es una existencia sensitiva, porque para no hacer ver este fondo, se le quitan todos los predicados de una existencia real y sensual. Pero semejante existencia se contradice.

Una consecuencia necesaria de esta contradicción es el ateísmo. La existencia de Dios tiene la esencia de una existencia empírica o sensitiva, pero sin tener las características de la misma; es de por sí un hecho de experiencia, y sin embargo no es, en realidad, ningún objeto de la experiencia. 
Ella misma exige del hombre que él la busque en la realidad, llena la cabeza con representaciones y producciones sensitivas; pero, si éstas, por lo tanto, no son satisfechas, encuentra que la experiencia está en contradicción con las producciones, con estas imaginaciones, y entonces se cree con derecho a negar la existencia.

Ludwig Andreas Feuerbach
( 1804 - 1872 )



domingo, 20 de abril de 2014

ISLAMISMO Y CRISTIANISMO.


El Islam es tan beligerante contra las libertades como pueda serlo
el cristianismo en cualquiera de sus variantes. Hay, sin embargo, una diferencia evidente, no estructural, pues ambos credos combaten con igual energía cualquier atisbo de impiedad, sino social.

Europa y el resto de países cristianos cuentan en su historia con una serie de fenómenos sociales que han ido moldeando su peculiar manera de entender las manifestaciones religiosas: la Ilustración, el positivismo, la revolución industrial, el capitalismo y, en nuestros días, el neoliberalismo han servido de dique de contención para el pensamiento religioso medieval, tan atroz y cerril como algunas de las actuales manifestaciones del Islam.

Estas manifestaciones culturales no se han producido, o han tenido mucha menor intensidad en los países tradicionalmente islámicos. Por esta razón, la religión ocupa allí la misma posición que ocupaba en Europa durante la Edad Media, hasta que fue apartada a mayor o menor distancia del Estado en sí.

El Islam es una religión tan pacífica como cualquier otra. Existen, sin embargo, numerosísimos grupos de radicales, fanáticos, iluminados religiosos que optan por una acción política más enérgica, violenta incluso(1). 
La "tendencia" a la violencia en el mundo islámico habría que buscarla en las condiciones de vida de sus gentes, antes que en la doctrina inherente a esta religión(2). 
Por otra parte, es muy curioso que el fenómeno de la violencia islámica coincida en el tiempo con, precisamente, la caída del muro de Berlín y la descomposición del bloque de países comunistas.

Resulta cuando menos chocante que el Islam, que hoy en día parece ser el origen de todos los males que azotan a Europa, haya permanecido en silencio durante siglos(3). Desde el punto de vista histórico, es como si el ruido de las piedras del muro de Berlín hubiera despertado a los mulás, ayatolás, muyahidines y demás artificieros.

La explicación, como casi siempre, está mucho más cerca de nosotros de lo que parece: una vez "vencido" el tradicional enemigo de Occidente, el comunismo, había que buscar un nuevo enemigo lo antes posible, que ya se sabe lo bien que cohesiona eso de tener un enemigo a las puertas. Los candidatos eran los moros, los negros subsaharianos y los pueblos indígenas de América del Sur. En definitiva: los candidatos eran los componentes de la lista de pueblos tradicionalmente no capitalistas.

Les tocó a los moros.

A partir de ahí (todavía no está nada clara la autoría de los atentados del 11 de septiembre), se desencadena toda una serie de mensajes propagandísticos que pretenden personificar el Mal en las propias sociedades islámicas. Y no sólo mensajes, lamentablemente: la guerra de Afganistán, la guerra del Golfo, la invasión de Irak, las crecientes escaramuzas de los israelíes contra el Líbano y Palestina no son sino la puesta en escena del combate que Occidente libra contra los que osan no someterse al credo neoliberal capitalista.

Mientras tanto, seguirá habiendo bombas y muerte por ambos bandos: los cristianos seguirán arrojando sus bombas sobre las poblaciones civiles inocentes en Afganistán e Irak. Los musulmanes, con menos recursos
económicos, seguirán poniendo bombas contra las poblaciones civiles inocentes en cualquier país de Europa o en EE.UU. Las guerras es lo que tienen.

Pretender que el Islam es una religión de nazis(4), o una religión violenta, es una simplificación rayana en lo infantil. Y, sobre todo, es una explicación malintencionadamente tendenciosa que cierra los ojos ante las agresiones de los fundamentalistas cristianos y se escandaliza hipócritamente cuando los que agreden son los fundamentalistas islámicos.

Confundir el Islam con los grupos violentos que operan en su nombre es un mensaje lo suficientemente simple como para que hasta los tontos lo entiendan. Y esto es verdad porque son precisamente los tontos los que más lo repiten. Se conoce que lo han captado a la primera.

Confundir el Islam con los grupos violentos que operan en su nombre es tan injusto como confundir el cristianismo con los grupos de fanáticos que en su nombre pretenden invadir países, bombardear el Líbano, negar
derechos fundamentales a homosexuales y lesbianas, imponer la educación católica en las escuelas públicas y, en definitiva, volver a los tiempos gloriosos de la ICAR, cuando participaba de una manera activa en la vida
política española(5).

Ni todos los musulmanes son violentos, ni todos los cristianos lo son, por supuesto. El mensaje, no obstante, que desde el fundamentalismo cristiano se está cacareando sin ningún tipo de recato es que lslam es igual a violencia. El argumento que sirve de base a esta afirmación es que en el mundo islámico no hay diferencia entre religión y estado, por lo que las guerras iniciadas por los occidentales serían "políticas", frente a las guerras de los moros, que serían siempre, claro, "religiosas". Que ya son ganas de cogérsela con papel de fumar.

Feyd Rauta(6)

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(1) El cristianismo también está lleno de grupos violentos, cuyo número y virulencia ha aumentado en los últimos cinco años: Guerrilleros de Cristo, Evangélicos, Opus Dei, por mencionar sólo tres.
(2) Cuando la vida es poco más que supervivencia, cuesta poco deshacerse de ella. Por eso la figura del suicida se da con muchísima más frecuencia en el Islam.
(3) Desde la invasión de la Península Ibérica, todo lo más que hicieron los musulmanes fue atacar a Israel, o defenderse de Israel, según se mire.
(4) Si hay una religión de nazis en sentido estricto, ésa es el catolicismo de Roma, que daba palmaditas en la espalda a Hitler por hacerle el trabajo sucio de desembarazarse de los judíos.
(5) Es muy esclarecedor ver que son precisamente los católicos más recalcitrantes los más inclinados a prohibir las manifestaciones culturales de los inmigrantes musulmanes en nuestro país, incluso los que no dudarían en apoyar una ley que los expulsase de aquí para "salvaguardar" las cultura española que, dicho en su boca, significa lo mismo que "cultura cristiana".
(6) Las probabilidades de que salga algún fanático católico llamándome "amigo de los moros", o deseándome que algún moro me ponga un petardo en el culo para que pueda comprobar su "bondad" son muy elevadas, vistos los
grupos de noticas en los que se publicará este post. Curiosamente, esas mismas personas que me atacarán por expresar libremente mis ideas son las que se quejan amargamente de que los musulmanes pertenecen a una religión
que no tolera disidencias.

viernes, 18 de abril de 2014

POR DECRETO, EN ARABIA SAUDITA TODOS LOS ATEOS SON TERRORISTAS.

El rey Abdalá introdujo nuevas leyes para combatir todas las formas de disidencia política y protestas que podrían "dañar el orden público". Definió penas de 20 años para quienes participen en "hostilidades fuera del reino"

Según un nuevo informe de Human Rights Watch, el rey de Arabia Saudita lanzó una nueva legislación en reacción al creciente número de ciudadanos que viajan a Siria para participar en la guerra civil y luego regresan entrenados con una formación renovada e ideas favorables al derrocamiento de la monarquía.
El diario The Independent explicó que, con ese objetivo, el rey emitió el decreto real número 44, que tipifica como delito "la participación en las hostilidades fuera del reino", con penas de prisión de entre tres y 20 años. El primer artículo de esa normativa contempla que "el llamamiento al ateísmo en cualquier forma o a las dudas sobre los fundamentos de la religión islámica en la que se basa este país" se considera terrorismo.
"Las autoridades sauditas nunca han tolerado las críticas a sus políticas, pero estas recientes leyes y reglamentos convierten casi cualquier expresión crítica o asociación independiente en delitos de terrorismo", dijo Joe Stork, subdirector para Oriente Medio y el norte de África de Human Rights Watch.
Un mes atrás, Sahar, de 42 años, y Jawaher, de 38, dos de las cuatro hijas del rey Abdalá, denunciaron a través de medios británicos estar "secuestradas" junto a sus otras hermanas dentro de los altos muros del palacio real.
Fue su madre, Alanoud Alfayez, de 57 años y divorciada de Abdalá desde 1984, quien llevó primero el caso a los medios en Gran Bretaña, donde reside desde hace años. A partir de eso, la periodista del Sunday Times Hala Jaber ha contactado a las princesas y les ha realizado un reportaje vía Facebook.
De acuerdo con dicho artículo, a pesar de tener acceso a internet, ninguna de las hijas del rey tiene permitido abandonar el palacio real, sino es acompañada por alguno de sus hermanos varones o bajo estricta vigilancia de la seguridad de su padre, e incluso en esas condiciones, sólo tienen permitido salir a hacer las compras.
Fuente: INFOBAE

jueves, 17 de abril de 2014

LA SUPUESTA CONEXION ENTRE LO MORAL Y LA RELIGION.


El mundo es un sistema ordenado y racional,
en el que cada cosa tiene su propio lugar y sirve a un
propósito especial propio. Hay una clara jerarquía: la lluvia
existe para las plantas, las plantas existen para los animales y
los animales existen, por supuesto, para el hombre, cuyo
bienestar es el propósito de todo este ordenamiento.

De modo que hay que pensar evidentemente que, de manera
semejante, las plantas existen para los animales, y los
demás animales para el hombre: los domésticos para su servicio
y alimentación; los salvajes, si no todos, al menos la
mayor parte, con vistas al alimento y otras ayudas, para
proporcionar vestido y diversos instrumentos. Por tanto, si
la naturaleza no hace nada imperfecto ni en vano, necesariamente
ha producido todos esos seres para el hombre.

Esto parece asombrosamente antropocéntrico. Sin embargo,
se puede perdonar a Aristóteles si consideramos que virtualmente
todo pensador importante en nuestra historia ha
tenido este tipo de pensamiento. Los seres humanos son
una especie notoriamente vanidosa.

Los pensadores cristianos posteriores encontraron esta
perspectiva del mundo perfectamente aceptable. Sólo faltaba
una cosa: se necesitaba a Dios para tener el cuadro completo.
(Aristóteles negó que Dios fuera una parte necesaria
de este cuadro. Según él, la cosmovisión que hemos delineado
no era religiosa; era simplemente una descripción de
cómo son las cosas.)

De este modo, los pensadores cristianos
dijeron que la lluvia caía para ayudar a las plantas porque
ésa era la intención del Creador, y los animales existían
para bien de los humanos porque para eso los había hecho
Dios. Por tanto, los valores y propósitos eran concebidos
como parte fundamental de la naturaleza de las cosas, porque
se creía que el mundo había sido creado de acuerdo con
un plan divino.

James Rachels
Introducción a la filosofía moral.

miércoles, 16 de abril de 2014

¿ EXISTIÓ JESÚS ?


A veces se dice que las escrituras judías hostiles al cristianismo demuestran que los judíos antiguos conocían a Jesús y que tales escrituras demuestran la historicidad del Jesús hombre. Pero de hecho, las escrituras judías no demuestran tal cosa, como ya indicó el libro de L. Gordon Ryland Did Jesus Ever Live? [¿Vivió alguna vez Jesús?] hace casi setenta años:
…Todo el conocimiento que los rabinos tenían de Jesús lo obtuvieron de los Evangelios.
Viendo que los judíos, hasta en la edad presente, más crítica, toman por seguro que la figura de un hombre real está detrás de la narración del Evangelio, uno no necesita sorprenderse de si, en el siglo II, los judíos no pensaran en cuestionar aquella asunción. Es cierto, sin embargo, que algunos la cuestionaron. Justino, en su Diálogo con Trifón, representa al judío Trifón diciendo «os fabricáis un Cristo a vosotros mismos». «Si es que ha nacido y está en alguna parte, es desconocido [y ni él se conoce a sí mismo ni tiene poder alguno]».
Que los escritores del Talmud [siglos IV y V d. C., FRZ] no tuvieron ningún conocimiento independiente de Jesús está demostrado por el hecho de que lo confundieron con dos hombres diferentes, ninguno de los cuales pudo haber sido él. Claramente no conocieron a ningún otro Jesús con quien pudieran identificar al Jesús del Evangelio. De uno de estos, Jesús ben Pandira, un reputado hacedor de maravillas, se dice que fue apedreado a muerte y luego colgado de un árbol en vísperas de una Pascua de los judíos en el reinado de Alejandro Janneo (106-179 a. C.) en Jerusalén. El otro, Jesús ben Stada, cuya fecha es incierta, pero que podría haber vivido en el primer tercio del siglo II d. C., también se dice que fue apedreado y ahorcado en vísperas de una Pascua de los judíos, pero en Lydda. Puede haber alguna confusión aquí; pero es evidente que los rabinos no tenían ningún conocimiento de Jesús aparte de lo que habían leído en los Evangelios.
Aunque los apologistas cristianos han elaborado una lista con los historiadores antiguos que según se dice fueron testigos de la existencia de Jesús, los únicos dos que se citan coherentemente son Josefo, un fariseo, y Tácito, un pagano.
«Jesucristo» nunca existió como figura histórica.
Es un hecho curioso que los componentes más antiguos del llamado Nuevo Testamento, las cartas que se cree que fueron escritas por un tal Saulo/Pablo, no hacen casi referencia a ningún dato biográfico de Jesús. Ni Belén ni Nazaret se mencionan en estos documentos de la religión cristiana. Sólo en el último libro de los Hechos de los apóstoles se afirma que Saulo (Pablo) tuvo una entrevista «con Jesús de Nazaret». Curiosamente, el documento más tardío es el más detallado en cuanto a la historia de Jesús.
No hay ninguna evidencia convincente que nos haga suponer que cualquiera de los evangelios supervivientes haya sido escrito por testigos oculares. De hecho, el estudio de los evangelios muestra de forma bastante concluyente que no lo fueron. Por ejemplo, los autores de los Evangelios de Mateo y Lucas incorporan casi todo el texto griego del Evangelio de Marcos, agregando dichos tomados incluso de otro documento (el llamado «Documento Q»), y generalmente hacen los milagros relatados por Marcos aún más milagrosos. Si «Mateo» y «Lucas» hubiesen sido testigos oculares, habrían escrito sus propios relatos, sin el recurso del plagio.
El Evangelio de Marcos, el más antiguo de la serie oficial de cuatro, contiene errores geográficos y consuetudinarios que no habrían sido cometidos por un testigo ocular. El Evangelio de Juan, el último de la serie, es muy tardío y demasiado etéreo para ser tomado como un relato biográfico, fuera testigo ocular o no. No hay nada en los Evangelios que nos haga tomarlos en serio desde un punto de vista biográfico: no hay una buena razón para tomarlos como otra cosa que no sea antiguos ejemplos del arte de la ficción.
Si la historicidad de Jesús no puede apoyarse en los escritos del Nuevo Testamento, ¿qué esperar de los recursos extrabíblicos? ¿Algún historiador griego, romano o judío observó su carrera y escribió sobre ello? Ni uno.
Aunque Josefo, Tácito, Suetonio y otros autores antiguos son a menudo citados como evidencias de un Jesús histórico, es evidente que sus relatos (aún si se pudieran probar como auténticos) se derivan de fuentes preexistentes, no originales. Josefo, el más antiguo de estos historiadores, nació por lo menos ¡cinco años después de la presunta fecha de la crucifixión! No hay testigos oculares. Además, los antiguos relatos no-cristianos de Jesús fueron escritos por la misma época, cuando el cristianismo ya era un delirio próspero, por lo que podemos tomar a nuestros autores paganos sólo como testigos del estado al que las tradiciones cristianas habían evolucionado en sus respectivas épocas, no como los testigos de un Jesús de Nazaret histórico.
No hay ninguna evidencia creíble que indique que Jesús vivió alguna vez. Este hecho es, desde luego, insuficiente para demostrar que no vivió. Aún así, aunque sea lógicamente imposible demostrar una negativa universal, es posible señalar que no hay ninguna necesidad de contemplar la hipótesis de ningún Jesús histórico. La biografía de Cristo puede relatarse a partir de razones puramente literarias, astrológicas y mitológicas.
El principio lógico conocido como la navaja de Occam nos dice que las
asunciones básicas no deberían multiplicarse más allá de lo necesario. Con fines prácticos, mostrar que un Jesús histórico es una suposición innecesaria es tan bueno como probar que nunca existió.
-Nisu-

martes, 15 de abril de 2014

EL DINERO DEL PUEBLO.



Las imprentas que publican la Biblia olvidan siempre de 
ponerle el rotulo que dice: “ESTO ES FICCIÓN” ¿no es eso ilegal?

Si las fantasías de la Biblia fuesen verídicas, éstas seguirían ocurriendo en nuestra época, veríamos a un Dios MALTRA
TANDO PSICOLÓGICAMENTE a un homólogo de Abraham, cuando le dice: “SI ME AMAS MATA A TU HIJO ISAAC,” por ejemplo.

Si durante toda la antigüedad, el Dios del Judeo-cristianismo se comunicaba con mucha frecuencia sólo con sus seguidores de Israel ¿por qué ha decidido enmudecer ahora? ¿Por qué esa época, discrimino a los americanos, europeos, africanos y asiáticos de arabia y de la China, permitiendo que ellos adoren a otros Dioses durante milenios?

Actualmente todos los cristianos juntos son menos del 30% de la población mundial, y están muy desunidos, los católicos detestan a los protestantes y éstos a su vez detestan a los católicos y a los otros protestantes ¿Por qué, será que no admiten competencia en la captación de ingenuos que aporten dinero? Es un hecho, que aproximadamente el 99% de los líderes religiosos cristianos viven en lujo con el dinero del pueblo.

Jesús siempre predicó y amó al JUDAISMO hasta el fin de sus días, ordenando a sus apóstoles a que continúen con esta RELIGIÓN FUNDADA POR SU PADRE CELESTIAL, entonces ¿por qué sus apóstoles le desobedecieron y crearon el cristianismo, es que imperaron sus ambiciones mezquinas y egoísta antes que obedecer al mismísimo Jesús? Con lo cual quedaría demostrado que el DIOS DEL JUDEO-CRISTIANISMO ES UN MITO, ya que NO PUDO IMPONER SU VOLUNTAD.

Hay que remarcar que el cristianismo durante la edad media se expandió, pero no con argumentos consistentes, sino amenazando con torturar y quemar vivos a los que no obedecían sus ordenes dictatoriales ¿es esa la manera que ese Dios muestra su bondad?


José Aurelio ZAMALLOA BAEZ 15/02/2014

domingo, 13 de abril de 2014

ABORTO Y MORAL.


LA IGLESIA CATÓLICA PROHÍBE LA masturbación y el onanismo (derramar la simiente fuera del vaso sagrado de la mujer) por una antigua ignorancia biológica: antes se creía que en el semen había un hombrecito ya formado (el homúnculo) y por lo tanto tirarlo al suelo equivalía a asesinarlo.

Estaba tan afianzado este prejuicio que Leeuwenhoek —el gran afinador del microscopio— declaró haber visto con sus ojos, a través de sus lentes mejoradas, a un hombrecito en miniatura escondido en el esperma. Esta “pérdida de un ser humano” justificaba la prohibición de la paja masculina. Pero como la mujer no emite simiente alguna cuando se toca, ¿por qué no permitir al menos la masturbación femenina, que a nadie mata ni produce en la mujer ningún efecto fuera del goce solitario? Esta pregunta no ha recibido una buena respuesta.
La Iglesia Católica prohíbe la química (píldoras y óvulos anticonceptivos) y la física (condones, dispositivos intrauterinos) para prevenir el embarazo. Admite solamente, y apenas en algunos casos, la aritmética (el método del ritmo). El sexo pierde su sentido sagrado, para ellos, si no se dirige a la procreación.
En un embarazo ectópico el óvulo fecundado empieza a crecer donde no es: en los ovarios o, más frecuentemente, en las trompas de Falopio. A las ocho semanas, si no se elimina química o quirúrgicamente este “ser humano”, la trompa de Falopio explota por la presión de las células que crecen, y se producen hemorragias e infecciones internas y hay peligro de muerte. Antes de la medicina científica, las mujeres se morían casi siempre en un embarazo ectópico. Para un antiabortista coherente, como ese embrión es una persona, el tratamiento abortivo del embarazo ectópico debería estar prohibido y castigado con la cárcel, pues desde su punto de vista no es más que un asesinato.
Antes de 20 semanas de gestación un feto humano no es viable. Puede vivir conectado a otro cuerpo (el de la mujer) y no más. En rigor, es una especie de parásito, y todos lo hemos sido. Si la madre está de acuerdo con dar a luz, este sacrificio es hermoso y se justifica plenamente. Si no, es como si le conectaran a ella (por el ombligo) la circulación de un enfermo de los riñones para que le haga una diálisis humana durante nueve meses. Nos dirían: si lo desconectamos se muere: ¿pero tiene alguien derecho a estar conectado a una mujer, puede imponerle eso por defender su vida?
No es cierto que la Iglesia Católica defienda siempre la vida. En el Catecismo aprobado por el papa Juan Pablo II (y supervisado por Ratzinger) se permite la pena de muerte. En el numeral 2266 se dice que la enseñanza tradicional de la Iglesia no excluye el recurso a la pena de muerte. Lo cual es una forma de permitir que la autoridad pública mate seres humanos. En general los antiabortistas furibundos son también furibundos partidarios de la pena de muerte.
En la fecundación asistida (bebés probetas, inseminación in vitro, tratamientos de fertilidad) hay que escoger los mejores embriones y descartar otros. En un óvulo fecundado no hay una vida humana en potencia: hay muchas. Un huevo se puede partir en dos, en tres, en muchos. ¿Cuántas almas caben ahí? En teoría en cualquier célula del cuerpo humano hay material genético para crear una nueva vida. Desde el punto de vista del antiabortista, entonces, toda célula que matemos, así sea del pelo o de los codos, sería eliminar un ser humano en potencia.
El aborto no es un método deseable de control natal. Es un procedimiento extremo de emergencia. En todos los países europeos desarrollados y en Estados Unidos está permitido en casos mucho más amplios que los aprobados por la Corte colombiana. Pero ya es algo muy positivo que aquí se pueda hacer ese procedimiento cuando hay violación, peligro para la madre o malformación del feto. Es una decisión sensata. La trinca del Procurador y sus aliados nos quieren quitar este avance en el camino de disminuir la infelicidad y las tragedias de muchas mujeres. Si lo logran, lo único que conseguirán es que aumente el peligroso y mortal aborto clandestino.

Héctor Abad Faciolince 

sábado, 12 de abril de 2014

IDEOLOGÍA ISLÁMICA.


El Consejo de Ideología Islámica (CII) se ha estado reuniendo para establecer las fatwas o normas religiosas para el mundo islámico. En sus sesiones 191 ª y 192 ª, hicieron algunas resoluciones que han conmocionado al mundo. Desde el escándalo de la niña novia y la abolición del límite de edad en que se puede contraer matrimonio (donde niñas de 8 años de edad ya pueden verse obligadas a contraer matrimonio), a decir las pruebas de ADN no es aceptable en un caso de violación, este año las reuniones nuevamente han traído amplias controversias. Al término de la reunión 192 ª, la CII emitió otro fallo polémico. ¡La CII ahora declara que la existencia misma de la mujer está en contra el Islam!

Su decisión sobre la mujer afirma que las mujeres por naturaleza no son islámicas, y que su simple existencia contradice la ley islámica y Allah. No sólo eso, sino que ¡las mujeres deben ser forzados a dejar de existir!

Decía el Pakistan Today: A medida que la reunión concluyó, el Presidente CII Maulana Muhammad Khan Shirani señaló que "la existencia de las mujeres desafían las leyes de la naturaleza, y para proteger el islam, las mujeres de la Sharia deberían ser forzadas a dejar de existir tan pronto como sea posible.

jueves, 10 de abril de 2014

EL SENDERO DEL SERVILISMO.


Cuando en el siglo XVI surgen las primeras escuelas cristianas públicas en Europa, se enseñaba que el temor es un requisito para recibir el amor de Dios; o bien, que la única manera de ser amado por Dios es, primeramente, evitar ofenderlo de cualquier manera. En palabras de José de Calasanz: (1)
“No se puede admitir nada que sea ofensa deliberada al Señor”.
Esta forma de pensar influyó en la educación occidental hasta principios del siglo XX, cuando los criterios educativos dieron lugar a nuevas visiones y se comenzó a fomentar la vocación de aprendizaje por sobre la disciplina férrea. Sin embargo, la noción del humano sumiso y dependiente no se ha perdido. Aún existen ámbitos donde el servilismo y el temor son considerados el camino hacia la salvación.
No es raro escuchar a pastores cristianos amenazar abiertamente a sus fieles con las consecuencias de un accionar “desordenado”. Esto, tristemente, suele ser el lazo que ata a muchos creyentes con su culto. Incluso es habitual que tales amenazas constituyan el argumento de sujetos que gustan de proyectar estas ideas en su círculo social, siendo el ámbito familiar el más afectado. Estos individuos han asimilado el discurso doctrinario al que han sido expuestos e intentan proyectarlo en su entorno. De hecho, gran parte del discurso cristiano está orientado a recordar a los fieles la culpabilidad que deben experimentar en presencia de Dios, tal como si debiesen sentirse en deuda por su imperfección y rendir pleitesía a una entidad misericordiosa que les permite existir siendo tan insignificantes como para ni siquiera merecerlo.
La idea de que el temor a los castigos de Dios y la culpa son virtudes que ayudan a la salvación, sigue casi tan vigente hoy como en los inicios del cristianismo. Pareciera que los fieles se reconocen tan temerosos de ofender a Dios como de satisfacer instintos y deseos que suelen atribuir a supuestas fuerzas del mal. De hecho, la Biblia misma nos dice que la humanidad debe someterse a Dios o al diablo, que no hay otra alternativa. Según esta idea, nuestra especie está condenada a la servidumbre y al miedo, no tiene escapatoria. Pero esto es falso; las expectativas del género humano van más allá del simple temor irracional. Somos artífices de nuestro destino, no las marionetas inertes de tiranos celestiales cuya existencia no nos consta.
El temor a lo desconocido, que dio origen a la idea de los dioses en la antigüedad, suele mutar en formas aparentemente benignas, como es el caso de los sistemas religiosos y su “mensaje de amor”. Incluso podemos decir que, no pocas veces, este temor llega a convertirse en dañino para el entorno afectivo y para quien lo padece. Lo cierto es que el cristianismo, con su retórica de castigos infernales y moralidad condicionada por la filiación ideológica, no nos presenta un mensaje de amor y fraternidad, más bien nos hunde en la mediocridad, nos arrebata las ansias de ser libres y nos guía por el sendero de la autodestrucción y el conformismo.
1. José de Calasanz (1557 - 1648) fue un sacerdote y pedagogo español, fundador de la primera escuela cristiana popular en Europa.
Fotografía de la publicación: Instante en que el Papa Francisco se tiende en el piso ante miles de personas que se dieron cita en el Vaticano durante la Liturgia del Viernes Santo en 2013.
-Pablo-