jueves, 26 de marzo de 2015

ES PURO SENTIDO COMÚN.



No entiendo a los que creen en personajes imaginarios, ni a los que los han creado.
De verdad no entiendo su hecho religioso ni aquellos que lo siguen.
Es puro sentido común.

Creer en la llegada de un salvador, hijo de un ser superior que está en el limbo.

Que juzgará a todos los seres humanos, ( al resto de los seres que creó supuestamente, no les guarda lugar).
Que los lleva observando desde que nacen y esperando el momento de recibirlos para decirles cual es su lugar, si el cielo rodeados de los seres queridos (claro que si han sido elegidos) o el infierno, ese otro lugar donde van aquellos que no lo han sido por su conducta en la vida terrenal. Allí están ateos y ateas, (después de este calvario que nos hace pasar el hijo de put* en esta vida y tendremos que arder en el infierno).
¡ Que mala suerte oye !.


No hay remedio, la gente se empeña en creer a oradores representantes de sectas que venden humo a cambio de dinero para salvar su alma.
Confiesan sus pecados ante ese que le va a perdonar a cambio de recitar unas palabras a dios, la virgen o a una zapatilla.
No se cuanto tiempo durará tanta estupidez por salvarse el alma.
Por vivir a todo trapo en el mas allá...allá................mas para allá..........mucho mas hombre!!..................al fondo!!, si es que no lo veis..........Dale el diezmo y te guardará un lugar allí, si allí. Ya sabes ¿no?.

viernes, 20 de marzo de 2015

CRITERIOS DE EVIDENCIA.



El ignorante afirma, el sabio duda y reflexiona. (1)

Hemos aprendido que nuestra concepción de la realidad se construye en la mente, a partir de la percepción de nuestros sentidos. 
Epicuro llamó “criterios de evidencia” a dichas percepciones. En ellas, él suponía que el ser humano basa sus representaciones mentales, dado que no podemos conocer lo que no percibimos. 
Así, Epicuro dedujo que lo “espiritual” no existe, y que todo lo existente, la naturaleza corpórea o material, está formado por átomos; idea que propusiera primeramente Leucipo de Mileto. También Aristóteles creía que todo conocimiento necesita de la experiencia y que gracias a la acción del intelecto podemos conocer y comprender nuestro mundo. Postuló que sin representaciones sensibles no es posible pensar, y que el conocimiento comienza con la percepción, para luego llevar a cabo una abstracción que permite la captación de la realidad misma. 
Es así precisamente como notó que durante los eclipses lunares, al posarse la sombra de la Tierra sobre la Luna, ésta presenta bordes curvos, y dedujo que la Tierra debía ser esférica. De la misma manera, a través de la percepción y la deducción lógica, Eratóstenes calculó el perímetro de la Tierra en 39.614 kilómetros, siendo de 40.008 kilómetros la cifra conocida en la actualidad. 
Bajo el mismo criterio: teorización y deducción, Anaximandro definió la idea de la evolución de los seres vivos, sosteniendo que los vertebrados, incluidos los seres humanos, descienden de los peces. Propuso también la primera aproximación a la teoría heliocéntrica, deduciendo que el Sol, la Luna y los planetas rodean a la Tierra.

Irónicamente, más de 2500 años después, la humanidad perpetúa criterios acordes con seres primitivos y supersticiosos. 
Los cultos religiosos proliferan y las creencias reemplazan en muchas ocasiones al conocimiento. La razón es relativizada en nombre de mitos oscurantistas, ajenos a nuestros tiempos. 
Los parámetros del sentido común se ven desplazados por sistemas de pensamiento que, como Nietzsche nos diría, nos remiten a un accionar subordinado a la aceptación del mandato incuestionable del amo; tal como si fuésemos criaturas cuyo discernimiento se anula ante una autoridad irrevocable. 
He aquí la insignificancia en su máxima expresión; aquel desprecio autoimpuesto por el conocimiento del que Aristóteles nos hablara al afirmar que los seres humanos pueden ser los causantes de su propia ignorancia.

Nota: (1) Frase atribuida a Aristóteles. El resto del texto corresponde al capítulo 5 de El ser Imaginario: Evidencias de inexistencia.


http://vacioesformaformaesvacio.blogspot.com.ar/2012/08/la-escuela-de-atenas.html

miércoles, 4 de marzo de 2015

DIOS EN EL B.O.E.


Dios ha aparecido en el B.O.E. el 24 de febrero, un día después de la efemérides de Tejero, para conmemorar la España celestial de Mariano. Vino, además, precedido de signos apocalípticos acorde con la majestad de la revelación: un movimiento sísmico de 5’4 en la escala de Richter con epicentro en Albacete. Algunos descreídos de la capital lo confundieron con gases y otros, no menos impíos, lo atribuyeron al fracking, esa curiosa práctica de perforar la corteza terrestre en busca de petróleo cual niños en manos de Romanones.
Igual que Tejero en el Congreso de los Diputados, Dios se ha presentado en el B.O.E. con un terremoto y unos bigotes, lleno de amor a la patria y a los niños de 2º de la E.S.O. Los bigotes no son más que una extensión lógica y teológica de la expresión “Dios, padre de la humanidad”, presente en el artículo susodicho del B.O.E.; una vez aplicada la fórmula de que Dios creó al hombre a su imagen y semejanza, queda claro que Dios y Tejero no pueden ser muy distintos. Incluso podrían ser el mismo. La madre, con una medallita al mérito militar por los servicios prestados, va que chuta.
En cuanto a los Romanones, no era un tiro al aire, como el del Tejero al techo del Congreso, sino una referencia a ese otro artículo del B.O.E. que afirma que “Dios creó al hombre para ser su amigo”. Esta idea de Dios como amigo (suponemos que invisible, aunque Fernández Díaz tiene su uasap) resulta bastante pobre, sin embargo, desde el punto de vista teológico, es todo un hallazgo eso del Dios colega con el que irse a tomar unas copas al paraíso. En el parque de San Blas, en los tiempos gloriosos del caballo, había un bar llamado El Paraíso donde más de un yonqui fue a encontrarse con Dios, no necesariamente envuelto en una papelina. Como en una historia delirante de Philip K. Dick, todos aquellos zombis drogadictos y navajeros también iban buscando a Dios, el gran camello de la felicidad. Si esta interpretación les suena blasfema, mejor no les explico el concepto de amistad según los Romanones. Lo dice bien claro el punto 4.3.de los estándares de aprendizaje evaluables: “Expresa oral y gestualmente, de forma sencilla, la gratitud a Dios por su amistad”.
La felicidad, ya se sabe, es un horizonte resbaladizo. Para la mayoría consiste en llegar a fin de mes; para Rouco es un ático de lujo de 370 metros pagado con la equis de la casilla de la iglesia; para los Romanones la boca de un niño. Hemos tenido suerte de que, aparte de ser un país aconfesional, la Conferencia Episcopal únicamente haya retrocedido hasta el concordato con la Santa Sede, en 1979, para poner en hora la asignatura de religión, porque podían haber dado marcha atrás hasta el Concilio de Trento y acabar quemando niños moros y herejes en el patio aprovechando la madera de las porterías. Éste siempre ha sido un país muy dado al teísmo desde aquellos tiempos en que el emperador Carlos V, que empleaba el italiano con las damas, el alemán con los lacayos y el inglés con los caballos, hablaba con Dios en español. Felipe González y Florentino Pérez hasta permiten el tuteo, aunque el Papa Francisco, ¿viste?, es más de vos.
http://blogs.publico.es/davidtorres/2015/02/26/dios-en-el-b-o-e/