jueves, 22 de mayo de 2014

EL CURRICULUM DE FRANCISCO.


Grandes esfuerzos mediáticos hoy tratan de presentar al nuevo Papa como un individuo capaz de traer aires de renovación y cambio a la ICAR, pero al igual que JPII sólo es un conservador imbuido de doctrina eclesiástica medieval,  con todos los mismos defectos de sus sucesores, pero que sabe como manejar estratégicamente su imagen pública.
Sin duda Francisco I es un hábil y fiel dirigente de la iglesia, pero de ninguna manera un humanista comprometido con los más desprotegidos.
Con gran astucia y ambición, dentro del clero, ascendió rápidamente llegando a ser provincial, la máxima autoridad de los jesuitas, en la Argentina en 1973 a la edad de 37 años, permaneció en el cargo hasta 1979.
En ese periodo realizó el traspaso de la Universidad del Salvador (USAL), propiedad de la compañía de Jesús, a una organización de laicos que militaron junto a él en la Guardia de Hierro, facción del peronismo ultracatólica nacionalista de derecha que en algunos momentos se camuflaban de izquierda, según su conveniencia. Tenían contactos fluidos con sectores militares en actividad que estaban preparando el golpe de Estado de 1976, fundamentalmente con el genocida Almirante Emilio Eduardo Massera. Con la junta militar instalada ilegalmente en el gobierno, el 25 de noviembre de 1977, la USAL clausuró el ciclo académico anual entregando el título “Honoris Causa” al dictador Massera, Bergoglio no fue ajeno al acto, pero prefirió no estar presente y envió a un subordinado. Dada la estructura vertical casi militar de los jesuitas, con certeza el viceprovincial participó del homenaje con la venia de su superior.
La declaración de principios de la USAL fue redactada por Bergoglio en 1974, el documento se titula “Historia y Cambio”, el texto enumera cuales son los tres pivotes que orientarán la espiritualidad y la misión de la Universidad del Salvador, el primero de ellos es “Lucha contra el ateísmo”, estableciendo claramente al ateo como el sujeto a combatir. En el año 2009 denuncié a la USAL por discriminación obteniendo un dictamen favorable del Instituto Nacional contra la Discriminación, la Xenofobia y el Racismo (INADI) http://www.pagina12.com.ar/diario/sociedad/3-165666-2011-04-06.html
Según el INADI el texto redactado por Francisco “atribuye al ateísmo una valoración negativa, prejuzgando despectivamente su ideología y asociándola a doctrinas y regímenes que han trazado una historia nefasta para la humanidad”. Ese documento fue ratificado por su autor en varias ocasiones hasta la actualidad, mostrando su desprecio por quienes no comparten la visión trascendente del catolicismo.

Bergoglio ocupa el cargo de arzobispo de Buenos Aires el 28 de febrero de 1998 y como consecuencia de ello el título de primado de la Argentina. Ser arzobispo de Buenos Aires lo convirtió en miembro de la Conferencia Episcopal Argentina, de la que fue presidente en dos períodos consecutivos, desde 2005 hasta noviembre de 2011, no pudiendo ser reelecto una vez más por que el reglamento lo prohibía por cuestiones de edad.

En diciembre de 2004 uno de los artistas más reconocido de la Argentina y con una destacada trayectoria internacional, León Ferrari realizó una muestra retrospectiva de 50 años de trabajo. Parte de la obra es crítica de los aspectos más cruentos del cristianismo desde sus inicios hasta la actualidad, pasando por las dictaduras argentinas.
Bergoglio fue la cabeza de lo que se transformo en una cacería de brujas, condenado a la obra de blasfema en una carta pastoral ampliamente difundida, el esfuerzo de la iglesia por cerrar la muestra fue inmenso, pero la participación de destacadas figuras de la sociedad más público general comprometido, lograron impedir la censura de la inquisición católica. La carta firmada por el primado entre otras cosas expresaba: "Hoy me dirijo a ustedes muy dolido por la blasfemia que es perpetrada en el Centro Cultural Recoleta con motivo de una exposición plástica. También me apena que este evento sea realizado en un Centro Cultural que se sostiene con el dinero que el pueblo cristiano y personas de buena voluntad aportan con sus impuestos", su hipocresía queda manifiesta ya que gracias a la dictadura de la década del 70 los obispos, incluyéndolo, cobran enormes sueldos pagados por el Estado argentino.

El 8 de noviembre de 2002, fue nombrado obispo castrense Antonio Baseotto, cargo que, por el acuerdo existente entre la Santa Sede y la República Argentina firmado durante la dictadura de 1957, concede la posición salarial oficial de "subsecretario de Estado". EL obispo Castrense es nombrado por la Santa Sede previo acuerdo con el Presidente de la República Argentina, su función es la dirección del servicio religioso de las respectivas Fuerzas Armadas de Tierra, Mar y Aire.
El 18 de febrero de 2005, Baseotto atacó públicamente la posición del gobierno del Presidente Néstor Kirchner a favor de la despenalización del aborto y el reparto de preservativos a jóvenes, envió una amenazante carta a su Ministro de Salud Ginés González García, que decía:  "quienes escandalizan a los pequeños merecen que le cuelguen una piedra de molino al cuello y lo tiren al mar" esta cita de origen bíblico trajo a la memoria los llamados “vuelos de la muerte”, recordemos que los militares golpistas asesinaban a los militantes de pensamiento de izquierda arrojándolos desde un avión al mar.
El gobierno decidió removerlo del cargo en marzo de 2005. Bergoglio expresó: “El único que designa a los obispos en la Iglesia es el Papa” dejando en claro que Baseotto no puede ser echado por el Gobierno y se niega a nombrar un reemplazante. Nuevamente quedó al descubierto su fidelidad incondicional a la iglesia, su adhesión a las expresiones genocidas y el desconocimiento del gobierno democrático.

El 9 de octubre de 2007 el sacerdote católico Christian Federico von Wernich  fue hallado culpable de 34 casos de privación ilegitima de la libertad, 31 casos de tortura y 7 homicidios calificados, crímenes perpetrados durante la última dictadura de la Argentina. Fue condenado a reclusión perpetua e inhabilitación perpetua para ejercer cargos públicos, dado que era capellán de la Policía de la Provincia de Buenos Aires.
La Conferencia Episcopal, bajo la presidencia del arzobispo de Buenos Aires, Beroglio, queriendo desligar de responsabilidad a la iglesia sólo remarcó la "conmoción" de la Iglesia Católica por la "participación de un sacerdote en delitos gravísimos, según la sentencia de la Justicia". Con el silencio y la inacción cómplice del actual Papa, que nuevamente se lavó las manos, von Wernich sigue perteneciendo a las filas de la iglesia católica y dando misa en la cárcel sin haber recibido ningún tipo de sansión por parte del clero.

El 10 de junio de 2009 Julio César Grassi, sacerdote católico argentino paradojicamente fundador de la Fundación Felices los Niños es declarado culpable de dos hechos de abuso sexual y corrupción agravada de menores, y se lo condenó a prisión por 15 años. Durante el proceso Grassi a través de un medio público expresó: “Yo hablé con el cardenal Bergoglio y me dijo, primero, que no me soltó la mano, como algún medio había dicho, que está a mi lado como siempre…” Posteriormente la defensa, la fiscalía y las partes querellantes apelaron el fallo y el 14 de septiembre de 2010, la Cámara de Casación Penal bonaerense rechazó los recursos presentados, dejando al cura sólo con la posibilidad de presentar recursos extraordinarios. Hasta el año pasado gracias al lobby católico Grassi permanecía en libertad. Pero por incumplir las restricciones impuestas por el tribunal, es decir, asistir a la fundación Felices los niños, ahora debe cumplir arresto domiciliario. Nuevamente el máximo representante de la iglesia católica en Argentina mantuvo las políticas tradicionales de la iglesia de silencio y respaldo a los violadores y abusadores de menores.

En diciembre de 2009, monseñor Edgardo Storni fue condenado a ocho años de prisión por abuso sexual agravado a un ex seminarista, por su edad avanzada cumplió arresto domiciliario. En abril de 2011, la Cámara Penal de los Tribunales santafesinos anuló la sentencia por un tecnicismo administrativo y ordenó que se dicte un nuevo veredicto, pero en el 2012 Storni fallece en la impunidad.
En octubre de 2002 el prelado debió renunciar a su cargo de obispo por los escándalos, debidos a las denuncias de abusos sexuales y acoso a 47 seminaristas. Durante el proceso la iglesia se pronunció "Hay una causa en la Justicia y eso sigue su curso", esas fueron las palabras del vicepresidente segundo del Episcopado, el cardenal Jorge Bergoglio. Eso fue todo lo que se escuchó oficialmente por parte del clero, hasta el día de hoy, incluso después de la sentencia. Como siempre silencio, complicidad y apoyo legal y económico al ex obispo desde la oscuridad clerical.

Durante el año 2010 Bergoglio fue citado a declarar en tres ocasiones, y como siempre se negó a hacerlo, en el pasado su negativa fue por cuestiones de salud durante el juicio a las Juntas militares. Finalmente accedió a hacerlo como testigo en el juicio por el Plan Sistemático de apropiación de bebes y en la megacausa ESMA ante un tribunal oral en su propia oficina de cardenal primado, privilegio que la dictadura le dio a la curia en el artículo 250 del Código Procesal Penal. (Testimonio:http://www.abuelas.org.ar/material/documentos/BERGOGLIO2.pdf)
El interrogatorio se centró en dos causas, la primera en los testimonios que aseguran que Bergoglio entregó a los sacerdotes jesuitas Orlando Yorio y Francisco Jalics, quienes hacían trabajo social en un sector muy pobre del barrio de Flores de la ciudad de Buenos Aires y fueron secuestrados en mayo de 1976, al inicio de la dictadura. Cinco meses después recobraron la libertad, luego de sufrir la tortura de los interrogatorios en la Escuela de Mecánica de la Armada (ESMA). La segunda respecto a su conocimiento sobre la apropiación de bebes de los secuestrados y asesinados por parte de los genocidas. En ambos casos el Cardenal brindó muy pocos datos, alegando que no recordaba nombres y tampoco conocía la existencia de documentación en los archivos de la iglesia. Existe clara evidencia que lo compromete y desmiente sus dichos, prueba de ello es que cuando dejo su cargo aparecieron documentos que él ocultó a la justicia y que estaban en dependencias de la Conferencia Episcopal Argentina que presidió durante seis años.


En el 2010 se intensificó el debate sobre la legislación para autorizar el matrimonio entre personas del mismo sexo, Bergoglio fue un férreo opositor llevando su causa al extremo de guerra santa y desparramando una abundante verborragia discriminadora, esto queda en evidencia en sus propias palabras: "No seamos ingenuos: no se trata de una simple lucha política; es la pretensión destructiva al plan de Dios"
"No se trata de un mero proyecto legislativo (éste es sólo el instrumento) sino de una "movida" del padre de la mentira que pretende confundir y engañar a los hijos de Dios"
“El proyecto de ley se tratará en el Senado después del 13 de julio. Miremos a San José, a María, al Niño y pidamos con fervor que ellos defiendan a la familia argentina en este momento. Recordémosle lo que Dios mismo dijo a su pueblo en un momento de mucha angustia: ‘esta guerra no es vuestra sino de Dios’. Que ellos nos socorran, defiendan y acompañen en esta guerra de Dios”
Algunos pocos sacerdotes que se animaron contradecir al cardenal Bergoglio   y a apoyar el matrimonio igualitario. Uno de ellos fue el sacerdote Nicolás Alessio, que rápidamente fue expulsado de la curia, con motivo de ello el cura dijo: “Me han condenado y expulsado por opinar distinto. Y tenga en cuenta usted que esa misma Iglesia ni siquiera le ha puesto una sola amonestación a sacerdotes pederastas como el Obispo (Edgardo Gabriel) Storni, que vive cómodamente aquí en La Falda, en las sierras de Córdoba; o a (Julio César) Grassi: ambos con condenas judiciales por abusar de menores. Tampoco hubo sanción para (Christian) von Wernich, condenado por delitos de lesa humanidad. Da la impresión entonces que esta iglesia tolera a torturadores y violadores en sus filas; pero no a quien piense diferente y se anime a decirlo en público. “
A pesar del embate clerical y el lobby en el Congreso de la Nación el día el 15 de julio de 2010 el país se convirtió en el primero de América Latina en reconocer este derecho en todo su territorio nacional.

Bergoglio siempre se manifestó como un duro opositor a la despenalización voluntaria del embarazo, en todos los casos, incluyendo los que la legislación argentina considera no punibles, por ejemplo en caso de que el embarazo sea producto de una violación, llegó a decir que su instrumentalización era algo “lamentable”. En la Argentina por abortos clandestinos son gravemente perjudicadas incluso mueren cientos de mujeres, pero el nuevo Papa llama “cultura de la muerte” a quienes defienden el derecho a decidir de la mujer y poder decidir sobre su propio cuerpo.

En el 2010, desde el lujoso Alvear Palace Hotel de la ciudad de Buenos el reciente pontífice de la iglesia católica intervino en un seminario sobre Políticas Públicas, organizado por la Escuela de Posgrado Ciudad Argentina (Epoca), la Universidad del Salvador y la Carlos III de Madrid, es decir por instituciones privadas y elitistas. El cardenal rodeado de los máximos exponentes del neoliberalismo de la década de los ´90 que llevaron a la Argentina a su peor crisis disertó y firmó un documento de clara oposición al gobierno, dejando en claro su postura política. Hizo sonar con fuerza una  frase sobre la pobreza, dijo que es "inmoral, injusta e ilegitima". Recordemos que el Estado argentino gasta cada año 7,2 millones de dólares en sueldos y viáticos de Obispos, sacerdotes y seminaristas. En el caso de los obispos son 96 los que cobran 4400 dólares mensuales libres de impuestos, gracias a decretos ley de la última dictadura.

Se habla de que Bergoglio es un promotor del diálogo interreligioso, pero lo hace con los sectores más reaccionarios de otros cultos, como el caso del evangelismo representado por la ex diputada Cinthia Hotton, que fue una furiosa opositora a la ley de matrimonio igualitario. La legisladora con el aval público de Francisco presentó un Proyecto de ley de “libertad religiosa”, que violaba todo concepto de Estado Laico, gracias a la militancia de agrupaciones de creyentes y no creyentes se logró que no prospere.

Un día después de la designación de Bergoglio como Papa de la iglesia católica apostólica romana, los represores que actualmente están siendo juzgados por los crímenes de lesa humanidad cometidos durante la última dictadura militar, en el centro clandestino de detención "La Perla", lucieron en la audiencia judicial distintivos con los colores de la bandera del Vaticano. Recordemos que durante los festejos del bicentenario de la patria la jerarquía católica, con Francisco como máxima autoridad, pidió informalmente una amnistía para los genocidas, pero el gobierno dejó sin tratamiento debido a que la iglesia finalmente no asumió la responsabilidad del pedido.

Para los argentinos y latinoamericanos comprometidos con los DDHH, la designación de Bergoglio no es una buena noticia, conocemos su trayectoria y de lo que es capaz. Con seguridad que la lucha por una Latinoamérica completamente secular será una ardua batalla contra las huestes clericales.


Ing. Fernando Esteban Lozada
Portavoz para Latinoamérica de la Asociación Internacional del Libre Pensamiento (AILP)
Miembro de la Coalición Argentina por un Estado Laico (CAEL).
Presidente del Congreso Nacional de Ateísmo en Argentina.
Ex presidente y titular de relaciones interinstitucionales de la Asociación Civil Ateos Mar del Plata.

lunes, 5 de mayo de 2014

LA IGLESIA Y LA REPRESIÓN FRANQUISTA.


La tragedia de las víctimas de la Guerra Civil y de la dictadura de Franco se ha convertido en las últimas semanas en el eje de un debate social, político y judicial. Con ese recuerdo, ha revivido de nuevo ante nosotros el pasado más oculto y reprimido. Algunos se enteran ahora con estupor de acontecimientos que los historiadores ya habían documentado. Otros, casi siempre los que menos saben o a los que más incomodidad les produce esos relatos, dicen estar cansados de tanta historia y memoria de guerra y dictadura. Es un pasado que vuelve con diferentes significados, lo actualizan los herederos de las víctimas y de sus verdugos. Y como opinar es libre y la ignorancia no ocupa lugar, muchos han acudido a las deformaciones para hacer frente a la barbarie que se despliega ante sus ojos.
Lo que hizo la Iglesia católica en ese pasado y lo que dice sobre él en el presente refleja perfectamente esa tensión entre la historia y el falseamiento de los hechos. "La sangre de los mártires es el mejor antídoto contra la anemia de la fe", declaró hace apenas un mes Juan Antonio Martínez Camino, secretario general y portavoz de la Conferencia Episcopal, en el fragor del debate sobre las diligencias abiertas por el juez Garzón acerca de la represión franquista. "A veces es necesario saber olvidar", afirma ahora Antonio María Rouco. Es decir, a la Iglesia católica le gusta recordar lo mucho que perdió y sufrió durante la República y la Guerra Civil, pero si se trata de informar e investigar sobre los otros muertos, sobre la otra violencia, aquella que el clero no dudó en bendecir y legitimar, entonces se están abriendo "viejas heridas" y ya se sabe quiénes son los responsables.En realidad, por mucho que se quiera culpabilizar a la República o repartir crueldades de la Guerra Civil, el conflicto entre las diferentes memorias, representaciones y olvidos no viene de ahí, de los violentos años treinta, un mito explicativo que puede desmontarse, sino de la trivialización que se hace de la dictadura de Franco, uno de los regímenes más criminales y a la vez más bendecidos que ha conocido la historia del siglo XX.
Franco y la Iglesia ganaron juntos la guerra y juntos gestionaron la paz, una paz a su gusto, con las fuerzas represivas del Estado dando fuerte a los cautivos y desarmados rojos, mientras los obispos y clérigos supervisaban los valores morales y educaban a las masas en los principios del dogma católico. Hubo en esos largos años tragedia y comedia. La tragedia de decenas de miles de españoles fusilados, presos, humillados. Y la comedia del clero paseando a Franco bajo palio y dejando para la posteridad un rosario interminable de loas y adhesiones incondicionales a su dictadura.
Lo que hemos documentado varios historiadores en los últimos años va más allá del análisis del intercambio de favores y beneficios entre la Iglesia y la dictadura de Franco y prueba la implicación de la Iglesia católica -jerarquía, clero y católicos de a pie- en la violencia de los vencedores sobre los vencidos. Ahí estuvieron siempre en primera línea, en los años más duros y sangrientos, hasta que las cosas comenzaron a cambiar en la década de los sesenta, para proporcionar el cuerpo doctrinal y legitimador a la masacre, para ayudar a la gente a llevar mejor las penas, para controlar la educación, para perpetuar la miseria de todos esos pobres rojos y ateos que se habían atrevido a desafiar el orden social y abandonar la religión.
La maquinaria legal represiva franquista, activada con la Ley de Responsabilidades Políticas de febrero de 1939 y la Causa General de abril de 1940, convirtió a los curas en investigadores del pasado ideológico y político de los ciudadanos, en colaboradores del aparato judicial. Con sus informes, aprobaron el exterminio legal organizado por los vencedores en la posguerra y se involucraron hasta la médula en la red de sentimientos de venganza, envidias, odios y enemistades que envolvían la vida cotidiana de la sociedad española.
La Iglesia no quiso saber nada de las palizas, tortura y muerte en las cárceles franquistas. Los capellanes de prisiones, un cuerpo que había sido disuelto por la República y reestablecido por Franco, impusieron la moral católica, obediencia y sumisión a los condenados a muerte o a largos años de reclusión. Fueron poderosos dentro y fuera de las cárceles. El poder que les daba la ley, la sotana y la capacidad de decidir, con criterios religiosos, quiénes debían purgar sus pecados y vivir de rodillas.
Todas esas historias, las de los asesinados y desaparecidos, las de las mujeres presas, las de sus niños arrebatados antes de ser fusiladas, robados o ingresados bajo tutela en centros de asistencia y escuelas religiosas, reaparecen ahora con los autos del juez Garzón, después de haber sido descubiertas e investigadas desde hace años por historiadores y periodistas. Quienes las sufrieron merecen una reparación y la sociedad democrática española debe enfrentarse a ese pasado, como han hecho en otros países. La Iglesia podría ponerse al frente de esa exigencia de reparación y de justicia retributiva. Si no, las voces del pasado siempre le recordarán su papel de verdugo. Aunque ella sólo quiera recordar a sus mártires.
Julián Casanova
Catedrático de Historia Contemporanea en la Universidad de Zaragoza.

domingo, 4 de mayo de 2014

LA RELIGIÓN. - INSULTO A LA DIGNIDAD HUMANA.-

ME SIENTO OFENDIDO POR EL TIPO DE ZALAMERA RELIGIOSIDAD QUE NOS RODEA !! 
Tal vez es peor en América que en Europa, ... Uno se cansa de esos clérigos que dan las invocaciones en varias celebraciones públicas. Y uno se pregunta ... ¿NO HEMOS YA SUPERADO TODO ESTO?... ¿TENEMOS QUE SEGUIR ESCUCHANDO ESTA BAZOFIA?
A MI REALMENTE NO ME GUSTA DIOS ! Bueno, sé que es una tontería decir que no me gusta a Dios porque yo no creo en Dios, pero lo digo en el mismo sentido que no me gusta Yago, o el Reverendo Slope, o cualquiera de los otros villanos de la literatura. 
EL DIOS DEL TRADICIONAL JUDAÍSMO, CRISTIANISMO, O DEL ISLAM... ME PARECE SER UN PERSONAJE TERRIBLE ! Es un Dios que está obsesionado con el grado en que la gente lo adora, y ansioso en castigar -con los más terribles tormentos- aquellos que no le rinden culto en la manera correcta.
Muchas personas hacen a veces cosas horribles como consecuencia de sus creencias religiosas sinceras ... porque creen que eso es lo que Dios quiere que ellos hagan .... PONER A DIOS POR DELANTE DE LA HUMANIDAD ES UNA COSA TERRIBLE !
LA RELIGION ES UN INSULTO A LA DIGNIDAD HUMANA ! Con o sin ella habría buena gente haciendo cosas buenas, y gente mala haciendo cosas malas. Pero PARA QUE LA GENTE BUENA HAGA COSAS MALAS, PARA ESO... HACE FALTA RELIGIÓN !

Steven Weinberg. 
Premio Nobel de Física 1979

viernes, 2 de mayo de 2014

EL ORIGEN DE LA BIBLIA.


Unas pocas familias errantes, pobres, miserables, sin educación, artes ni oficios ni poder; descendientes de los que habían sido esclavos por cuatrocientos años; tan ignorantes como los habitantes del África Central, acababan de escapar de sus amos al desierto de Sinaí. Su jefe era Moisés, hombre que había sido criado en la familia del Faraón y que había aprendido las leyes y la mitología de Egipto. A fin de controlar a sus secuaces, pretendía estar guiado y ayudado por Jehová, el dios de tales errabundos. Todo lo que sucedía se atribuía a la intervención de ese dios. Moisés declaró que se encontraba con ese dios cara a cara; que en la cima del Sinaí había recibido las planchas de piedra en que habían sido escritos por el dedo de ese dios los Diez Mandamientos, y que en adición a ellos, Jehová había dado a conocer los sacrificios y ceremonias que le agradaban, y las leyes por las cuales el pueblo debería ser gobernado. De este modo se establecieron la religión judía y el Código Mosaico.
Ahora se afirma que esta religión y estas leyes fueron y son reveladas y establecidas para toda la humanidad. En aquel tiempo, esos errabundos no comerciaban con otras naciones, no tenían lenguaje escrito, no sabían leer ni escribir. No tenían medios de dar a conocer esta revelación a otras naciones, y por ello permaneció enterrada en la jerga de unas pocas tribus desconocidas, ignorantes y paupérrimas, durante más de dos mil años. Muchos siglos después de que Moisés, el cabecilla, había muerto; muchos siglos después de que todos sus seguidores habían fallecido, se escribió el Pentateuco, obra de muchos escritores, y para darle fuerza y autoridad, se formuló la pretensión de que Moisés había sido el autor.
Ahora sabemos que el Pentateuco no fue escrito por Moisés. Se mencionan poblaciones que no existían cuando Moisés vivía. Se menciona dinero no acuñado hasta siglos después de su muerte. Y así, muchas de las leyes no eran aplicables a vagabundos del desierto; leyes sobre agricultura, sobre el sacrificio de bueyes, carneros y palomas, acerca de la tejeduría de telas, acerca de ornamentos de oro y plata, acerca del cultivo de la tierra, acerca de cosechas, del trillado de cereales, acerca de casas y templos, acerca de ciudades de refugio y de muchas otras cosas de imposible aplicación a unos pocos hambrientos que vagaban sobre arenas y rocas. No solamente admiten ahora los teólogos inteligentes y honrados que Moisés no fue el autor del Pentateuco, sino también que nadie sabe quiénes fueron los autores, o quién escribió uno solo de estos libros, o un capítulo, o un renglón. Sabemos que no se escribieron en una misma generación; que no fueron escritos por una sola persona; que están llenos de errores y contradicciones. Se admite también que Josué no escribió el libro que lleva su nombre, porque refiere sucesos que no acontecieron hasta mucho tiempo después de su muerte.
Nadie sabe, ni pretende saber, quién fue el autor de Jueces. Todo lo que sabemos es que se escribió siglos después de que los jueces habían dejado de existir. Nadie conoce el autor de Ruth, ni del Primero y Segundo de Samuel; todo lo que sabemos es que Samuel no escribió los libros que llevan su nombre. Nadie conoce el autor de los libros Primero y Segundo de Reyes, y el Segundo de Crónicas; todo lo que sabemos es que son libros carentes de todo valor. Sabemos que los Salmos no fueron escritos por David. En los Salmos se habla del Cautiverio, y eso no tuvo lugar sino hasta unos quinientos años después de que David "durmió con sus padres." Sabemos que Salomón no escribió los proverbios ni el Cantar de los Cantares; que Isaías no escribió el libro que lleva su nombre; que nadie sabe el autor de Job, Eclesiastés, o Esther, o de ningún otro libro del Antiguo Testamento.
Sabemos que Dios no se menciona en ninguna forma en el libro de Esther. Sabemos también que el libro es cruel, absurdo e inverosímil. Dios no se menciona en el Cantar de Salomón, el mejor libro del Antiguo Testamento. Sabemos que Eclesiastés fue escrito por un incrédulo. Sabemos también que los judíos mismos no habían decidido hasta el siglo segundo después de Cristo cuáles libros eran inspirados o auténticos. Sabemos que la idea de una inspiración fue creciendo lentamente, y que la inspiración fue determinada por individuos que tenían ciertos objetivos que alcanzar.

Robert G. Ingersoll, fragmento de su obra “Acerca de la Sagrada Biblia”.

-Pablo-