domingo, 11 de marzo de 2018

SEPARACIÓN ESTADO Y RELIGIÓN.


En España LA EDUCACIÓN ha sido siempre un monopolio de la Iglesia católica, desde que España se empezó a constituir con los Reyes Católicas, las dos instituciones que gobiernan y controlan a la sociedad son la monarquía que ostenta el poder político absoluto y la Iglesia católica que controla la EDUCACIÓN y la moral, ambas instituciones son necesarias para que la oligarquía controle y gobierne a toda la sociedad, una sociedad educada en los principios y valores que interesan a la oligarquía para controlar a la sociedad, el franquismo sociológico que aún se mantiene es heredero de este control político y educativo que ha sufrido la sociedad española donde se ha fomentado los valores patrióticos y religiosos por encima de los valores y principios de los Derechos Humanos Universales y de la JUSTICIA SOCIAL.
Este control político y educativo que ha ejercido la oligarquía más rancia y retrograda de Europa solo se ha puesto en discusión en dos ocasiones con los dos intentos republicanos derrocados por la fuerza por la oligarquía.
Con el RÉGIMEN CONTINUÍSTA DEL 78 las cosas ya no podían ser exactamente como con el dictador fascista porque había que mantener las apariencias democráticas para integrarnos en Europa, aunque solo tenemos un barniz democrático ya que no existe SEPARACIÓN DE PODERES NI SOBERANÍA POPULAR EFECTIVA si se avanzó en la educación pública, lo que ha permitido a varias generaciones educarse en unos valores más aperturistas, menos rígidos y absolutamente controlados por el rigor educativo de la Iglesia, esto ha permitido que se empiece a configurar una sociedad menos dogmática y más acorde con los tiempos que corren, aunque por contra el fomento de la EDUCACIÓN CONCERTADA que ha hecho el RÉGIMEN DEL 78 DEL PP$$€ hace que la iglesia más retrógrada que sigue controlando la enseñanza privada y concertada sea la que ha seguido educando y formando a las clases dirigentes políticas y económicas por lo que el control efectivo del poder sigue estando en manos de la España con los valores más retrógrados y anquilosados.
La Iglesia católica se resiste a perder en control y el poder que le ha dado y le sigue dando el control educativo de las élites dirigentes, incluso se resiste a perder el control y la influencia que ejerce en la educación pública con la asignatura de RELIGIÓN O LA PRESIÓN que ejerce sobre los gobiernos centrales y autonómicos para condicionar los currículum educativos para que sigan manteniendo una visión y unos principios basados en unos cánones educativos anclados en el pasado que defienden los principios de una España y de un mundo anquilosado por retrógrado y contrario a los principios fundamentales de los derechos humanos universales.
En esta situación y apoyados por los gobiernos del RÉGIMEN DEL 78 DEL PP$$€ que han sido totalmente complacientes y subalternos de los intereses de la Iglesia Católica, esta sigue defendiendo el control sobre la educación y la permanencia de unos valores y principios anquilosados y retrógrados, el divorcio, la ley de matrimonios homosexuales, el aborto o la igualdad de género son algunos de los caballos de batalla de la iglesias más retrógrada que ha ido perdiendo progresivamente con las nuevas generaciones que poco a poco van imponiendo una moral y una educación que nada tiene que ver con los valores anquilosados que sigue defendiendo la Iglesia.
Tanto el gobierno de ladrones del PP, como las fuerzas políticas de derecha, como la Iglesia, quedaron el pasado 8 de marzo retratadas frente al camino que lleva la sociedad española cada vez más alejada del anquilosamiento y lo retrógrado de los los valores que sigue defendiendo el régimen político del 78 y la Iglesia católica claramente misógina.
JAVIER QUINTERO.

domingo, 25 de febrero de 2018

FANATISMO. PLEGARIAS.



El Kaláshnikov se ha convertido en un instrumento de oración. Con cada proyectil escupe también una plegaria. Rezar y disparar. 
Nunca como hoy han estado tan unidos el bien y el mal, el progreso y el regreso de la humanidad en una confusa amalgama de religión, ciencia y fanatismo. 
Miles de millones de habitantes del planeta profesan la nueva fe en la energía nuclear sin dejar de creer en sus antiguos dioses. 

En el billete de dólar con el que se compran y se venden todas las almas se halla escrita esta súplica: ¡en Dios confiamos! 
En el inconsciente colectivo de Estados Unidos están interiorizados, como iconos de la patria, el rifle Winchester y el Colt 45; de hecho las matanzas en los centros escolares constituyen una forma de costumbrismo. 
Los profesores en los colegios, según Donald Trump, deberían impartir lecciones de ética con un revólver en la mano. 
Los yihadistas dominan las redes sociales más sofisticadas, pero gritan ¡Alá es grande! antes de ametrallar a los enemigos. 
Los judíos de Israel imploran protección a Yavhé en el Muro de las Lamentaciones, aunque sin duda fían más su seguridad a la posesión de la bomba atómica. 
Los seguidores de Buda y de Confucio son capaces de compaginar la armonía del nirvana con las leyes del capitalismo más salvaje. 
Los animistas africanos asesinan a sus congéneres de otras etnias y luego por su smartphonese enteran del resultado de la razia. 

Los millones de neuronas de nuestro sistema digestivo se encargan de provocarnos náuseas y vómitos cuando un alimento indigesto penetra en el estómago; en cambio, las neuronas del cerebro admiten sin rechazo alguno toda clase de basura. 
Lo cuecen todo en una confusa unidad, el bien y el mal, la fe, la ciencia y el fanatismo, de modo que hoy matar puede ser lo mismo que rezar. 

Se aprieta el gatillo y salen convertidas en plomo las plegarias.

MANUEL VICENT
Escritor y periodista. Licenciado en Derecho y Filosofía por la Universidad de Valencia.