miércoles, 20 de septiembre de 2017

RELIGIÓN INTRUSIVA.

El fenómeno religioso no puede ser abordado en términos de “original y copia”. Por definición, cada confesión religiosa defiende una verdad que no es compartida por las demás confesiones. O dicho de otro modo: la contradicción entre las presuntas verdades sostenidas por las distintas confesiones religiosas hace imposible llegar a un acuerdo sobre cuál de ellas tiene razón. Por lo tanto, las religiones no son inclusivas, sino excluyentes, ya que todas defienden su exclusividad y pureza frente a la extravagancia de las demás. Y no hay manera de salir de ese atolladero ya que, como todas proclaman su exclusividad de manera simultánea, no existe posibilidad alguna de saber cuál está en lo cierto y cuál es incorrecta.
Sin embargo, alguien podrá pensar que incurro en un grave error al negar que la religión pueda ser inclusiva. Al fin y al cabo, es evidente que las verdades que se otorga la religión no son precisamente de carácter anecdótico. De hecho, la religión se caracteriza por proclamar certezas globales, afirmaciones universales que suelen beneficiar a los que creen en ellas pero que, al mismo tiempo, también incluyen y afectan —normalmente de manera no tan beneficiosa— a quienes siguen otras creencias o a quienes no albergamos creencia religiosa alguna. En este sentido, yo defiendo que la religión no puede considerarse inclusiva sino intrusiva ya que, fundamentalmente, se dedica a entrometerse en todo lo que concierne tanto al propósito, al valor y al significado de nuestras vidas como —y esto es lo más divertido— al sentido de nuestra muerte .
Por consiguiente, la espiritualidad al servicio de una religión excluyente e intrusiva no hace más que alejarnos claramente de los lugares comunes donde podríamos compartir un humanismo sin recelos. La espiritualidad inclusiva no puede ser religiosa.
Francesc A. G. (Graduado en Historia del Arte, graduado en Magisterio, profesor en Educación Especial, humanista y ateo)

domingo, 17 de septiembre de 2017

PEDOFILIA Y PEDERASTIA CLERICAL.


Hace unos años, cuando alertaba sobre la enorme incidencia de casos de sacerdotes pederastas y el peligro de exponer a niños a su cuidado, muchos se ofendían y defendían a los clérigos a capa y espada. Después de la caida de Ratzinger, al mundo le han ido quedando claro los alcances del problema. Aún falta por hacer. A los criminales hay que procesarlos como tales. Las ideas y prácticas retrógradas deberán ir quedando en desuso a medida que se adquieran razón y conciencia. Sólo así sucederá.

Las redes de pornografía infantil son extensas y diseminadas por todo el mundo. Analizando la noticia de un artículo de Carmen Aristegui (al final del texto), si bien hubo 30 detenciones cautelares, hubo solo 4 consignados, entre ellos el clérigo. Los consignados son aquellos cuya participación en la red resulta mayor y, sobre todo, que con quienes se lograron evidencias suficientes para poder consignarlos. En este caso es verdaderamente preocupante cuando nos encontramos la tendencia a minimizar estos actos criminales por parte de la feligresía que no acepta ver la gravedaf del problema. Esto último es uno de los principales obstáculos para consignar a estos criminales. Aún así, el problema requiere de un análisis más profundo.

Esta red de pornografía infantil, como suele suceder, intercambiaba material ilegal a través de canales protegidos. Esto significa que dichas redes utilizan alta tecnología, sobre todo en software cifrado y sistemas de encriptamiento, de lo cual se induce que quienes las ponen en marcha lo hacen con plena intención y conocimiento del delito que están cometiendo. Comparten imágenes especialmente cruentas, y hay que recordar que no se trata sólo de adultos teniendo sexo con niños, sino que estas redes mantienen niños secuestrados a los que someten a maltratos, torturas, laceraciones y todo tipo de vejaciones que serían cruentas incluso si se tratara de adultos. El artículo menciona que se está procediendo a identificar a las víctimas para que puedan ser socorridas y liberadas de la cadena criminal. Este crimen no es para nada inocente ni disculpable.
En cuanto al hecho de resaltar la participación clérigos en crímenes de pedofilia y pederastia, existen razones de peso para hacerlo. El análisis de crímenes de pederastia lo señala así. Un individuo cualquiera que incurre en pederastia pocas veces tiene el respaldo de algún tipo de institución que lo proteja de ser detenido, y es menor la cantidad de casos de abuso de menores que comete cada uno. En cambio, los casos de sacerdotes pederastas son muy diferentes, ya que el número de víctimas puede llegar a ser muy alto debido a la investidura moral del sacerdote, el encubrimiento sistemático de la Iglesia y la inmunidad diplomática que brinda del Estado Vaticano, además de las cuantiosas sumas de dinero pagadas por la Iglesia en los casos que se llegan a procesar judicialmente. Por lo tanto, la participación de un clérigo resulta tristemente relevante. Eso sin profundizar en el aspecto moral del crimen.
Una investigación realizada en 1995 por el catedrático de la Universidad de Salamanca Félix López Sánchez y publicada por el Ministerio de Asuntos Sociales de España, determinó que del total de españoles que han sufrido abusos sexuales siendo menores, el 10 % asegura que fue abusado por un sacerdote católico. Esto representa un porcentaje muy alto, considerando que los abusadores provienen de una misma institución.
[Philip Jenkins (2001). Pedophiles and priests: anatomy of a contemporary crisis. Oxford University Press US.ISBN 9780195145977.]

Los casos de pederastia clerical conocidos están bien documentados, sin embargo, todo apunta que hay muchos casos aún por conocer a causa de la falta de denuncias. La gente no se atreve a enfrentarse a la Iglesia. Tal es la negligencia de la Iglesia católica y su renuencia a procesar a los sacerdotes pederastas, que es la única institución en el mundo a la que la ONU ha denunciado por encubrimiento.
http://www.elmundo.es/internacional/2014/02/05/52f21596268e3eeb738b4570.html

El 25 de marzo de 2010 el diario estadounidense The New York Times publica una colección de documentos que supuestamente muestran que el Cardenal Joseph Ratzinger no respondió a más de 200 quejas de abuso sexual contra Lawrence Murphy, quien trabajó en una escuela católica para niños sordos en Wisconsin entre 1950 y 1974. La Iglesia rechazó la denuncia. (BBC Mundo, 22 de abril de 2010). Esto nos da una idea del problema que significa un clérigo pederasta en comparación con un pederasta fuera de esa institución.

Dante Amerisi. Los retos de la razón.

ARTICULO CITADO:
http://aristeguinoticias.com/2605/mundo/italia-desmantelan-red-de-pornografia-infantil-un-sacerdote-involucrado

viernes, 15 de septiembre de 2017

EL CATECISMO POR EDUARDO GALEANO.


CRISTIANISMO Y FANATISMO.


Es sabido que los primeros cristianos impusieron sus ideas de forma violenta, atacando y menospreciando a fieles y deidades de los cultos existentes en aquel entonces. El acoso y la burla eran moneda corriente al momento de esgrimir sus argumentos en concentraciones y templos, incluso después del Concilio de Nicea. Esto pareciera demostrar que no actuaban motivados por un discurso conciliador, sino impulsados por ideales que, según creían, justificaban la violencia contra quienes pensaran diferente. De hecho, si las Escrituras han inspirado algún sentimiento en sus primeros intérpretes, éste pareciera haber sido el desprecio por todo lo no cristiano. Más aún, durante la Inquisición europea, el cristianismo llevó a cabo una de las más cruentas persecuciones de que se tiene registro, torturando y confiscando bienes para la Iglesia, eliminado sin miramientos a quienes considerasen herejes y silenciando los descubrimientos científicos de la época.

En su ensayo "Psicología del Fanatismo", Federico Mazón sostiene que los mayores crímenes de la historia no se llevaron a cabo por motivos egoístas, sino en nombre de los más altos ideales. Sin embargo, en este caso, ¿cuáles fueron los ideales? Tal vez el transformar a los seres humanos en súbditos de una entidad incomprobable pudo considerarse un ideal; por lo cual, creyendo conocer la verdad, pretendieron imponerla por la fuerza. Es posible, pero siempre he pensado que los únicos objetivos que el cristianismo ha demostrado tener son el enriquecimiento de la cúpula eclesiástica y la permanencia en el poder. De hecho, la mayoría de las acciones que la Iglesia llevó a cabo históricamente siempre trajeron como consecuencia un rédito económico. Además, el monopolio ideológico del cristianismo afecta al mundo entero, siendo la Iglesia católica un agente que desempeña un papel preponderante en muchas sociedades.

El cristianismo, en todas sus variantes, ha sido y es una gran fuente de infección cultural. Ha demostrado ser tan despiadado como el más formidable enemigo de la humanidad. No ha escatimado en recursos y alianzas para imponerse ideológicamente por sobre otros cultos. Se ha cerciorado de destruir los valores intelectuales, éticos y las libertades individuales. Ha censurado a la Ciencia, negado el sentido común y desnaturalizado lo natural para tornarlo pecaminoso a los ojos de un dios tirano, de cuya idea tan provechosamente se ha valido. En el mundo entero, la religión cristiana ha sectorizado y dividido a las personas, las ha enfrentado y ha provocado más muertes inútiles que cualquier otra línea de pensamiento en la historia humana.

1. En el año 1209, los cruzados enviados por el Papa tomaron la ciudad de Beziers, que albergaba a una pequeña congregación de cátaros, considerados herejes por decirse cristianos pero alejándose del modelo ideológico de la Iglesia. Asesinaron a 60.000 personas. Cuando los soldados preguntaron a sus superiores cómo distinguían entre católicos y herejes, la respuesta de éstos fue:" Matadlos a todos, que luego Dios los distinguirá en el Cielo”.

Ilustración de la publicación: Persecución de los cátaros.

-Pablo-

CELIBATO ES FACTOR DETERMINANTE DE PEDERASTIA CATÓLICA.


Durante los últimos cinco años, los exsacerdotes australianos Des Cahill y Peter Wilkinsonrevisaron la literatura especializada relacionada con la pederastia al interior de la Iglesia Católica.

El resultado de su investigación es un reporte de casi 400 páginas publicado por el Centro para la Investigación Global de la RMIT University de Australia.

Entre sus múltiples hallazgos se encuentra que las políticas de la Iglesia Católica sobre el celibato obligatorio son un factor determinante en que los sacerdotes terminen violando niños — otros factores son la homofobia y el machismo institucionales:


• Aunque no es la causa directa, el celibato obligatorio ha sido y sigue siendo el principal factor de riesgo precipitante para el abuso sexual infantil. Los mejores estudios en todo el mundo muestran que uno de cada 15 sacerdotes cometió el delito, aunque los índices difieren entre las diócesis y las congregaciones religiosas.

• Los niños católicos jóvenes y vulnerables, especialmente los varones, eran y siguen siendo víctimas de la falta de intimidad de los sacerdotes y hermanos religiosos psicológicamente inmaduros, sexualmente privados y profundamente frustrados, en particular los que no han resuelto su propia identidad sexual y cuyo pensamiento está profundamente distorsionado y mutado hacia los niños.

• Aunque la homosexualidad no es una causa directa de abuso, el ambiente profundamente homofóbico dentro de la Iglesia y sus seminarios, basada en la enseñanza de que la homosexualidad es un estado intrínsecamente desordenado y que todos los gays deben llevar una vida de celibato, contribuye a la inmadurez psicosexual.

• Si bien hay otros factores, el riesgo de delito ha sido mucho mayor entre los hermanos religiosos con poco contacto con mujeres —educados en escuelas sólo para hombres y formados para la vida religiosa en instituciones sólo para hombres— antes de ser asignados a escuelas sólo para hombres y vivir en comunidades de hombres. La ausencia de lo femenino y la denigración de las mujeres dentro de las estructuras eclesiásticas es un factor de riesgo clave y subyacente en el abuso.

• Los sacerdotes y los depredadores religiosos se han beneficiado del fácil acceso a los niños en parroquias y escuelas, particularmente aquellos que viven en los presbiterios de un solo sacerdote y con acceso a un automóvil. El riesgo fue especialmente alto en países como Australia e Irlanda, donde históricamente ha habido un gran número de orfanatos y escuelas residenciales.

• El riesgo de depredación es mayor en entornos residenciales. Ese riesgo continúa hoy en día, particularmente en la India e Italia, que tienen una proporción significativa de los 9.500 orfanatos restantes de la Iglesia.

• La decisión del Papa Pío X de 1910 de reducir la edad a la que los niños se confiesan por primera vez a los siete años contribuyó indirectamente a poner a más niños en peligro.

• Los Papas y obispos crearon una cultura del secreto que condujo a una serie de graves fracasos en la transparencia, la rendición de cuentas, la apertura y la confianza, en su empeño por proteger la reputación de la Iglesia como una institución sagrada por encima de todo, incluso a expensas de la seguridad de los niños.

Desde hace unos años venimos abogando por prohibir que los menores de edad sean expuestos a la religión, porque eso es aprovecharse de que los niños —¡muchas veces con apenas días de nacidos!— no pueden tomar una decisión informada, lo que constituye una violación efectiva de su libertad de conciencia y de cultos — vamos, que es un lavado de cerebro en toda regla.

Aunque me parece terrible, entiendo que incluso en el mundo civilizado aún les cuesta trabajo ver a los niños como personas con DDHH que ni siquiera sus padres pueden violar, por más convicción que tengan y convencidos que estén. Ante este tenebroso panorama, no creo que sea mucho pedir que, por lo menos, se prohíba dejar niños solos con representantes religiosos a quienes les exigen celibato.

Publicado en De Avanzada por David Osorio

jueves, 14 de septiembre de 2017

ORAR POR LA GENTE ENFERMA, NO AYUDA.


Cada pocos años, un grupo con sede en el Hertford College de Oxford reúne un análisis estadístico de todos los estudios realizados hasta la fecha que han analizado si el orar por los enfermos les ayuda a sentirse mejor (o al menos a mantenerse con vida).
El último publicado, contiene algo bastante radicalmente nuevo en sus conclusiones: la evidencia es tan clara que piensan que no hay más estudios que deban hacerse. El libro está cerrado. Orar por los enfermos simplemente no funciona.
El análisis se realiza bajo los auspicios de la Colaboración Cochrane , que es un grupo internacional de expertos dedicados a la puesta en común de los resultados en ensayos clínicos para contestar preguntas médicas con una precisión sin precedentes
El autor principal, Leanne Roberts , no es un científico, sino que de hecho es el Capellán de Hertford College. En ediciones anteriores de su análisis estuvieron en realidad muy esperanzados en poder ver su efecto.
Todo el crédito es para ellos. Tomaron las pruebas para hacer un buen análisis de ellas y concluyeron que no había nada.