domingo, 13 de marzo de 2016

EL NOMBRE DE "DIOS".

Los cristianos por lo general llaman “Dios” a su deidad, pero en realidad no le están adjudicando ningún nombre, porque “Dios” no es ningún nombre propio, es solamente un sustantivo, es decir, una palabra que sirve “para designar personas, animales, conceptos o elementos, ya sean reales o existentes sólo en la mente humana.” Por tanto, “Dios” se refiere a cualquier deidad, por lo que de hecho, resulta gramaticalmente incorrecto escribir esta palabra con mayúscula, como si fuera un nombre propio. Otros cristianos sin embargo, se refieren a su deidad con el nombre de Jehová, o incluso Yahvé.
En realidad, el dios creador de los cristianos es el descrito en el Antiguo Testamento, especialmente en los primeros cinco libros llamados Pentateuco, que corresponden aproximadamente a la Torá judía. Pero resulta que ese dios judaico tenía un nombre que nadie, a excepción del sumo sacerdote, conocía. Ellos lo escribían con cuatro letras consonantes que corresponden aproximadamente a YHWH en el alfabeto latino. Pero como carecía de vocales, nadie sabía cómo sonaba. Así que al ver estas cuatro letras, que se conocen como Tetragrámaton, los judíos se referían a su deidad en forma indirecta con palabras como Adonay (Señor mío). Siguiendo esta costumbre, la traducción latina llamada Vulgata, sustituyó el Tetragrámaton por “Dominicus” (Señor). Y esto continuó cuando el Pentateuco fue traducido a idiomas europeos. Así, en 1530, cuando William Tyndale publicó su versión inglesa, aunque utilizó el nombre de Iehouah en varios versículos, aplicó simplemente la palabra “Dios” en el resto. Otros traductores siguieron el ejemplo, y en la mayoría de los casos sustituyeron el nombre del dios judeocristiano por “Señor” o “Dios”, aunque en otros textos las letras YHWH fueron interpretadas con algún sonido, imponiéndose al final los de Jehová y Yahvé.
Así que cuando los cristianos hablan de “Dios”, en definitiva se están refiriendo al sanguinario Yahvé-Jehová descrito en el Antiguo Testamento, pero cuando utilizan la palabra “Dios”, con mayúscula, lo hacen impropiamente como si se tratara de un nombre propio, porque en realidad, ni siquiera saben cómo se llama este supuesto ser. Y obviamente, habría que suponer que ese nombre se lo puso él mismo, sin ninguna ceremonia de bautismo y sin ningún registro civil. Por cierto, ¿no es una contradicción más del concepto de “Dios”, que este supuesto ser supremo y perfecto tenga algún nombre, tal como ocurre con los simples mortales? Además, esto significa que este supuesto Ser Supremo es un individuo, un ser personal. ¿No es esa otra limitante para un Ser supuestamente Perfecto?